El jueves, un día antes del fin de año, el equipo del presidente electo, Gabriel Boric, pidió al actual gobierno posponer la adjudicación de una licitación curso para producir hasta 400 mil toneladas de litio metálico equivalente. Iniciado en octubre, el cronograma considera su adjudicación en enero. Ese jueves, el gobierno abrió las ofertas económicas de los interesados, entre quienes están actores como SQM y Albemarle, un gigante chino que fabrica buses eléctricos y el grupo Errázuriz.
Para acercar posiciones, mañana, el ministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet se contactará con el equipo programático de Boric. El propósito es acodar una reunión para explicar todo el proceso de licitación en curso que se está llevando adelante para la exploración y explotación del litio. “Lo prudente es entender el detalle, por qué se está haciendo, qué implicancia tiene antes de tomar cualquier decisión o alguna acción. Eso no se ha hecho”, sostiene Jobet a Pulso.
¿Es poco prudente adjudicar estas licitaciones dos meses antes de dejar el gobierno?
Lo primero que debemos entender es que la carrera de Chile para producir litio es una que compite contra otros países productores y contra el cambio climático. Mientras ellos avanzan, en Chile nos dedicamos a pelearnos entre nosotros cada vez que hablamos de litio. Y ese es un patrón por años. Hemos sido incapaces de aumentar la producción y mientras hacemos eso, los otros países avanzan y nosotros perdemos esa oportunidad. El litio es una enorme oportunidad para Chile, y es una enorme responsabilidad, porque sin litio es imposible parar el cambio climático. Chile tiene una de las mayores reservas del mundo, pero cada vez que hablamos de litio, el tema se convierte en una controversia y no avanzamos.
Si se sigue en esta lógica, ¿Chile podría perder competitividad?
Los números muestran que Chile en 2016 era el mayor productor del mundo. Teníamos un 36% del mercado y ahora si uno mira los números de Cochilco, estamos con un 31% de la producción, siendo el segundo país porque Australia nos pasó. Si seguimos así, para el 2030 tendremos el 17% de participación. Un ejemplo de aquello es que la proyección de nuevos proyectos en desarrollo incluye tres proyectos en Argentina, tres proyectos en Australia, uno en Brasil, uno en China, uno en Estados Unidos y cero en Chile. Además, la estimación sobre la demanda mundial es que se va a multiplicar por cuatro al 2030 pasando desde 433 mil toneladas a 1,5 millones de toneladas. Y la proyección es que Chile tenga el 17% de participación. Mientras eso pasa en el mundo, nos dedicamos a pelearnos entre nosotros.
¿Y por qué cree que pasa eso en Chile?, ¿por qué cuesta ponerse de acuerdo?
Es una combinación de cosas. La normativa que tenemos es compleja, por el estatus que se le dio al litio en los años 80. Otra parte es probablemente la historia de SQM, que es el productor más importante que tenemos, pero que, por las razones que todos conocemos, es una compañía que ha estado en medio de la polémica. Otra de las razones que veo es que muchas veces se ha generado la impresión de que el litio podría ser el futuro de Chile y se pierde la perspectiva de que, si bien es una gran oportunidad, el mercarlo global del litio es menos del 3% del mercado global del cobre. Eso es importante entender. Por mucho que crezca, nunca tendrá ni de cerca la magnitud que tiene el mercado del cobre. Eso le imprime una sensación exagerada y hace que perdamos racionalidad en la discusión. No es la salvación de Chile, sino que es una gran oportunidad.
Desde la oposición han criticado el hecho de que se licite y adjudique al final del gobierno del Presidente Piñera, ¿por qué no esperar?
Cuando uno mira los hechos, lo primero que se muestra es que esta licitación comenzó en octubre, con la toma de razón de las bases por parte de la Contraloría, es pública, transparente, con actores locales e internacionales. Ahora cuando uno mira lo que pasó en el gobierno anterior y las críticas que han hecho algunos actores, llama la atención que sea quien firmó una modificación del contrato con SQM el 17 de enero de 2018, a menos de dos meses del término del gobierno de la Presidenta Bachelet.
¿Se refiere al exvicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran?
Tengo una muy buena relación con Bitran. He trabajado en temas de hidrógeno, de energía. Tengo una muy buena opinión, pero él firmó el 17 de enero de 2018 una modificación de un contrato con SQM, que fue una negociación bilateral, y critica ahora que nosotros, en una licitación internacional, pública, transparente y competitiva, otorguemos contratos de explotación del litio. Otro dato: el gobierno de la Presidenta Bachelet firmó un Contrato Especial de Operación del Litio (CEOL) con Codelco el 9 de marzo de 2018. Si queremos hablar de destiempo, miremos un poco la historia. No quiero hacer de esto una polémica, porque lo único que hace esto es que nos empantanemos más en el problema que enfrentamos, pero esas decisiones tomadas el 17 de enero y el 9 de marzo son síntomas de que este es un tema muy complejo, donde todo se convierte en controversia. Cuando sucede eso, lo que debemos hacer es actuar con racionalidad: aquí lo que hay es una licitación internacional, con toda la transparencia, con total apertura, competitiva y que se ha hecho con todas las formalidades.
Esto podría afectar el desarrollo de una Empresa Nacional de Litio, como propone el nuevo gobierno. ¿Una licitación de este tipo no pone cortapisas a ese proyecto, al entregar a privados su desarrollo?
Pero ¿cómo podría poner en riesgo si estamos otorgando cuotas que representan el 4% del total de las reservas conocidas?. 400 mil toneladas de litio y las reservas conocidas alcanzan los 9,1 millones de toneladas. ¡El 4%! Y eso que en Chile hemos explorado muy poco, por lo que las reservas reales deben ser mucho más. Esto no está hipotecando nada, estamos abriendo espacio para que nuevos sectores puedan desarrollar proyectos. Se ha dicho otra cosa también: que este proceso estaba diseñado para darle ventaja a los incumbentes, pero los resultados de las ofertas económicas que se abrieron el jueves confirman que eso no es verdad. El principal incumbente, que es SQM, presentó la oferta más baja y el segundo, que es Albemarle, presentó la segunda oferta más baja. Entonces, tampoco es verdad. Lo que pasa con esto es que ha sido un tema que por distintas razones ha sido polémico y que cada vez que tratamos de hacer algo tenemos reacciones un poco aceleradas sin mirar los datos y lo único que hace es que tomen ventajas los otros países competidores.
¿Qué le parece la idea de crear una Empresa Nacional del Litio?
A priori, no tengo una posición necesariamente opuesta a una Empresa Nacional del Litio. Hay empresas estatales que son muy exitosas como Codelco, Enap, Enami, Metro, pero hay otras que históricamente han tenido muchas pérdidas y no han funcionado bien. Depende de cómo se haga. Al menos no he visto los suficientes detalles respecto de cuál sería el diseño, como funcionaría. Hay que entrar en el detalle y luego entregar una opinión.
Parlamentarios de oposición criticaron el poco plazo para la licitación que comenzó en octubre, ¿por qué lo hicieron en este plazo de tiempo?
Cuando diseñamos las bases, estudiamos muchos procesos, sondeamos al mercado y nos pareció que era un plazo razonable para estudiar el mercado y hacer una oferta. De hecho, recibimos ofertas de 8 actores. Y los montos fueron bastante buenos. Tenemos que esperar la recomendación del Comité Especial de Licitación (CEL), pero si uno suma las cinco mayores ofertas generaría una recaudación de más de US$ 210 millones para el fisco. Nuestra estimación son que el pago entre los que se presentaron en la oferta, más los pagos que considera el contrato como porcentaje del margen operacional, permiten que el Estado pueda recaudar entre el 50% y el 60% del valor económico de los proyectos que se desarrollen sin invertir un peso, entonces esto es muy bueno para el Estado.
Estos proyectos tardarán hasta 9 años en ponerse en marcha. ¿No vale la pena poner una pausa y que sea la próxima administración la que resuelva?
Dado que los proyectos de litio se demoran en desarrollarse, es mejor partir pronto y no seguir perdiendo tiempo. Por ejemplo, Codelco recibió un Contrato Especial de Operación del Litio en marzo de 2018 y ha estado estos cuatro años abocado a hacer los estudios que le permitan desarrollar la producción.
¿Entones, considera prudente seguir adelante con este proceso más allá de las críticas?
Nosotros creemos que lo prudente es al menos sentarse a entender el detalle de lo que se ha hecho. Eso es lo prudente. Entender el detalle, por qué se está haciendo, qué implicancia tiene antes de tomar cualquier decisión o alguna acción. Eso no se ha hecho.
¿No se han reunido con el equipo del presidente electo?
No. El jueves una persona del equipo del presidente electo tomó contacto conmigo en la tarde y le ofrecí la total disposición para explicarles en detalle lo que se ha hecho y por qué se ha hecho. Eso es lo prudente. Entender en detalle lo que se ha hecho y luego que puedan tomar una decisión.
¿Y ellos aceptaron reunirse?
Sí, en principio vamos a hablar el lunes para agendar una reunión y poder compartir con ellos todo lo que se ha hecho y explicarles la lógica de todo lo que se está haciendo.
¿Usted va a adjudicar en enero si recibe la recomendación de hacerlo por parte del comité?
Ese es el proceso que está establecido. El CEL (Comité Especial de Licitación) me entrega una recomendación y el gobierno tiene que tomar una decisión en ese momento. Pero este es un proceso que está diseñado para terminar en una adjudicación. No vemos ninguna razón para no hacerlo. Ha sido un proceso muy exitoso, completamente transparente, abre espacio para comercializar el 4% de las reservas identificadas de litio que hay en Chile, se abre espacio para otros actores, no pone en riesgo ni hipoteca la agenda del próximo gobierno, no vemos ninguna razón por la cual no continuar con este proceso.
Otro de los argumentos que ha entregado la oposición es que se debe considerar el proceso de la Convención Constitucional, ya que podría establecer nuevas reglas para la minería. ¿Qué le parece?
Comparto la preocupación ambiental que hay entre los actores de la convención. Es inminente que, para detener el cambio climático, el mundo necesita minerales como el litio, porque sin litio no hay baterías, y sin baterías no hay electromovilidad. El transporte genera el 25% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Entonces, sin litio, el mundo no puede combatir el cambio climático. En lo general, hay muchas cosas que el país está haciendo y que no pueden paralizarse a la espera de la Convención.
¿Por qué Codelco no participó en esta licitación ni ha desarrollado su proyecto en el salar de Maricunga?
Codelco tiene un gobierno corporativo independiente y es ese gobierno el que toma las decisiones. No obstante, Codelco está avanzando en los pasos programados para poder desarrollar el proyecto en el salar de Maricunga.