En marzo de 2020, Juan Sutil Servoin fue elegido como presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). En su discurso, habló de mínimos comunes, de una agenda pro inversión, procrecimiento y proempleo. Al poco andar, sin embargo, las prioridades cambiaron. De políticas de crecimiento pasó a políticas de contención. Prácticamente en paralelo a su ascensión, estalló la peor crisis sanitaria de la historia reciente, y con ella, todas las implicancias económicas venideras. Hoy, a meses de dejar el cargo, el también presidente de Empresas Sutil aparece como el tercer hombre más influyente en el mundo económico. Rápidamente se adelanta: “Es un resultado a la gestión gremial y a la capacidad de poder ser un aporte para la sociedad”. “A mí, simplemente, me toca ser portavoz o responsable de representarlos”.
¿Cómo lee este tercer lugar?
Tomo el resultado como la capacidad de articulación de la CPC, de gestión de las seis ramas, que hemos estado presentes en muchas circunstancias, especialmente en los últimos dos años, fruto de circunstancias como la crisis social, económica, sanitaria y, a mi juicio, la crisis más grave, que es la institucional. Eso probablemente es lo que lleva a algunas personas a considerar que la CPC tiene este nivel de influencia.
Es el único líder gremial actual que está entre los primeros diez. ¿A qué responde?
Básicamente a dos cosas. Una es la capacidad de generar una inclusión a nivel laboral con los gremios, una integración gremial nacional. Es fundamental que los gremios estemos muy bien representados, cohesionados, porque estamos frente a cuatro crisis muy importantes. Lo segundo es que ha quedado demostrado que la seis ramas han tenido una muy buena capacidad de articulación para apoyar en todos los desafíos que representan estas crisis. Y en el desafío que viene, que es la discusión de fondo de la Convención Constitucional. Y ahí la CPC ha tenido la capacidad de generar las mesas de trabajo y de articulación adecuadas para temas tan importantes como la nueva institucionalidad en el tema del agua, en materia de libre competencia, delitos económicos, temas tributarios, minería.
¿Estuvieron muy activos en el tema de la pandemia, pero cómo se influye en el debate público? ¿Tienen influencia ahí?
Creo que sí, lo que pasa es que hay una gran diferencia en que el debate público efectivamente es público, pero no tiene por qué ser a través de los diarios. Parte de la conversación, parte de la estrategia requiere también de cierto tono y desmarcarse de la cosa contingente. Las personas que contestaron reconocen que hay capacidad de articulación.
Pero antes, el empresariado negociaba agenda directamente con el gobierno, y hoy eso no se ve...
Hoy las empresas están siendo interpeladas por la sociedad, entonces tienen muchísimo más frentes. Las empresas están más allá de la discusión con el gobierno de turno. Hoy día la presencia tiene que estar en la articulación con el mundo laboral, los sindicatos, el mundo gremial, el mundo político, las políticas públicas, los centros de pensamiento. Y al final lo que uno tiene que hacer es estar como gremios en la articulación de todas aquellas cosas que finalmente les influyen a la empresa y a las personas.
¿Negociar una agenda con el gobierno no es hoy tan relevante como influir en otros grupos de interés?
No sé si es más relevante o menos, depende de las circunstancia. A veces el gobierno es más relevante, a veces las comunidades son más relevantes, porque hoy día las empresas tienen que generar un impacto más allá. Por ejemplo, las empresas B, cuyo objetivo es tener un triple impacto: la comunidad, las personas, y también el medio ambiente. Entonces, hoy la empresa tiene un rol que lo tiene que jugar con la sociedad; la sociedad hoy es mucho más plana de lo que fue en el pasado.
¿Cómo se influye en la Convención?
La manera correcta de influir es teniendo presencia, aceptando la invitación, solicitando las audiencias y pudiendo manifestar cómo cada una de las acciones que la convención va a accionar va a influir o afectar el diario vivir de las personas. Todos y todas quienes estén impactados por este cambio tenemos que representar nuestra voz como corresponde, eso es fundamental, porque Chile tiene que construirse entre todos y para todos.
¿Qué tanta receptividad hay para poder escuchar al sector empresarial?
Espero que haya, porque no es solamente escuchar al señor Sutil, hay que escuchar al comerciante o al empresario, al pequeño agricultor, al pequeño minero, al mediano minero, a todas las expresiones que representan a la empresa. Creo que para que un proceso constitucional sea efectivo tiene que ser sin prejuicios o sin caricaturas; tener un diálogo profundo, sincero y claro, y que esto sea una Constitución equilibrada. Lo prudente es que no se transforme en una Constitución que lleve al otro lado el péndulo, debe estar en el equilibrio para que perdure en el tiempo.
¿La CPC ha pedido reuniones con la Convención?
La CPC las va a pedir, por supuesto, pero la CPC también está colaborando y trabajando con todos los gremios a lo largo y ancho del país y con muchas organizaciones representativas para poder tener la debida participación que le corresponde a las personas, al sector productivo.
En la encuesta destacan los empresarios tradicionales; los emprendedores están más abajo. ¿Por qué no los perciben hoy como tan influyentes?
Una cosa es lo que la gente percibe y otra es la real capacidad de influencia. Entonces, por ejemplo, las personas pueden percibir que Andrónico, por ejemplo, puede tener mucha influencia porque representa al grupo económico más importante de Chile, y está en el debate público; ahora eso no necesariamente implica que tenga mucha capacidad de influencia. Lo mismo me puede pasar a mí o a cualquiera.
¿Qué características tienen que tener los líderes empresariales hoy para poder influir en el debate público?
Lo más importante es tener sentido de realidad, y capacidad de articulación. Se necesita, además, credibilidad, y para tener credibilidad hay que tener trayectoria. Al final, son las acciones las que van hablando por aquellas personas que eventualmente son percibidas como influyentes.