A raíz de la pandemia del Covid-19, la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), ordenó a todos los operadores cerrar sus casinos por un tiempo indeterminado, a partir del 18 de marzo. Esta situación tiene bajo presión al sector: Enjoy está en proceso de reorganización judicial, Sun Dreams reportó pérdidas por $2.054 millones a marzo y a nivel generalizado el rubro suspendió temporalmente los contratos laborales con la mayoría de sus trabajadores.
Y pese a que en Chile los operadores de casinos tienen prohibido por ley el uso del canal online para explotar los juegos, desde el entorno de la industria hoy asoma esta alternativa para sumar nuevos recursos y dar un respiro a los casinos que operan en el país, mientras se recuperan los ingresos pre-Covid 19. De hecho, se proyecta que dicho lapso se podría extender entre 12 a 18 meses, porque aunque haya una pronta reapertura de los recintos, los altos niveles de desempleo proyectados afectarían la demanda.
Aunque claro, esto depende de la autoridad.
La Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) sostiene que aún no se ha tomado una decisión sobre legislar en torno al juego en línea. El organismo señala que “para legislar sobre una nueva actividad, como podría ser el juego en línea, primero es necesario tener una comprensión completa del fenómeno, de manera que su regulación y fiscalización sean efectivas y permita su adaptación a los evidentes cambios tecnológicos que podría afectar la forma de explotación”.
“Para ello, se debe buscar un equilibrio entre su desarrollo económico, así como también su desarrollo sustentable, a través del cual se honre y asegure la confianza de los jugadores, se proteja a los menores de edad respecto de su enfrentamiento con el juego, así como los intereses de Estado relacionados con el pago de impuestos, implementar de manera eficiente políticas de prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, entre otros valores permanente que se deben resguardar y garantizar”, explica.
Lo que sí está claro, es que desde antes de la pandemia el Ejecutivo venía analizando el tema. Sin embargo, no se ha llegado a un consenso sobre si abordarlo solo para la industria de casinos o nivel general. Y es que los juegos online son mucho más amplios que solo ruletas, apuestas y juegos virtuales. Es por eso, que una idea que ronda es revisar el juego online en forma global, más allá de los casinos.
Regulación general
El exsuperintendente de Casinos, Francisco Leiva, plantea que se debe regular con condiciones generales y no solo para los casinos. Sostiene que algunos casos de errores en los enfoques regulatorios son la falta de competitividad de la oferta de contenidos y, la excesiva tributación sobre el mercado regulado. Por ejemplo, dice, en Francia hay limitación de la oferta y exceso de fiscalidad; en Portugal un gravamen fiscal excesivo y, España incorporando nuevos juegos, pero manteniendo una fiscalidad elevada. En ese sentido, indica que la regulación del juego no acabará con la oferta offshore, mientras no se desarrolle una regulación realista.
Para ello, propone que los principales aspectos que se deben considerar son tener una tasa de impuesto al juego razonable -de 10% a 15% del win (ingresos brutos del juego)-, acompañada de una oferta completa de productos y de contenidos de juegos, con una gran variedad de apuestas en todas las configuraciones.
Según sus estimaciones, el win del juego online en un mercado regulado y estabilizado luego de 5 años de funcionamiento tal como sucedió con los casinos de juego, y alcanzaría a US$425 millones. Asumiendo una tasa de crecimiento anual del 30%, significa para el primer año de operación, un win estimado de US$149 millones.
Para el gerente general de Enjoy, Rodrigo Larraín, el juego online es una materia pendiente que se debe abordar para competir de la misma forma con operadores internacionales. “Es un tema que hemos venido empujando muy fuertemente a nivel de industria con el regulador para actualizar las normas, conforme la evolución que está teniendo el mundo, las tecnologías y el mercado y los clientes. Ahora se hace aún más necesario avanzar en la regulación y permitir el juego online, porque estamos en desventaja los operadores de casinos actuales en Chile y es fundamental nivelar la cancha”.
Cuenta que la parte tecnológica es quizás lo menos complejo, dado que “existe todo tipo de proveedores de plataformas y de juegos y no es complicado armar una oferta online en un tiempo relativamente corto”.
Hace unos meses la industria presentó al regulador una minuta presentando las diferencias entre el concepto de juego de azar online y la participación remota en el juego de azar que se desarrolla en el casino. En sí, lo que se propone es un sistema de juego remoto, es decir, que el apostante pueda participar de un juego que se está desarrollando dentro del casino. Al respecto, se planteó que “no existe una mayor dificultad para modificar el catálogo de juegos confeccionado por la SCJ” que establece como obligación del jugador estar siempre físicamente presente durante la jugada.