El reputado académico de Harvard Kenneth Rogoff (Nueva York, 1953) fue, además de economista, jefe del Fondo Monetario Internacional entre 2001 y 2003, jugador profesional y gran maestro de ajedrez. Como tal, no entiende la estrategia de la Unión Europea para acabar con la guerra en Ucrania, un conflicto que puede desencadenar la primera recesión mundial en décadas, y plantea que ni siquiera el bloque la sabe. Mientras continúe la guerra, Rogoff cree que los países exportadores de productos básicos y de alimentos como Chile tendrán un respiro después de la pandemia. Sus aprensiones sobre el país guardan más relación con el proceso político que atraviesa: “Hay una revolución en marcha que probablemente se exceda, independientemente de las correcciones que se necesiten hacer”, dice en esta entrevista con Pulso.
¿Cuál es la probabilidad de que exista una recesión mundial en 2023?
Probablemente 50 y 50, pero es bastante alta. Es excepcionalmente difícil de predecir porque dos de los factores más importantes son geopolíticos y lo que sea que (el presidente ruso Vladimir) Putin esté pensando. El primero es que el conflicto entre Rusia y Ucrania no ha terminado. Me preocupa mucho que Putin sienta que su régimen está bajo amenaza y, por lo tanto, arremeta con un arma nuclear o química. Creo que las personas que descartan ese riesgo son peligrosas en sí mismas. El segundo es China, que por primera vez vive una crisis política. El presidente Xi tiene que retroceder (las medidas restrictivas por el Covid) en algún momento, pero parece que esperará hasta ser reelegido (en 2023). Para entonces, la recesión, que creo que ya atraviesa, empeorará. Hay un tercer factor que es lo que hará la Reserva Federal (Fed). Por la forma en que hablan, sospecho que están preparados para provocar una recesión y simplemente dicen que no será tan mala. Supongo que cambiarán el tono cuando comience. La economía está funcionando bien, pero la inflación está fuera de control.
De ocurrir la recesión mundial, ¿habrá un colapso financiero?
Los mercados emergentes más pequeños y prácticamente todas las economías en desarrollo se encuentran en una crisis muy, muy profunda. El típico país de bajos ingresos ha perdido de 10 a 20 años de desarrollo en los últimos dos años. Y eso fue antes de Ucrania. Es una completa catástrofe. Creo que si la Fed sube las tasas de interés, el problema se extenderá a un mercado emergente más grande. Turquía es un desastre a punto de ocurrir. Pero si las tasas de interés globales suben y se produce una recesión, podría pasarle a países que son bastante robustos. No creo que vayamos a verlo en Estados Unidos ni en Europa, porque la regulación ha sido tan estricta que las vulnerabilidades son mucho menores. Creo que los riesgos son mucho mayores en los mercados emergentes, así como las crisis bancarias.
En particular, ¿cuán riesgoso es para Chile?
En este momento, la mayor incertidumbre en Chile proviene desde dentro por los cambios políticos radicales. Chile fue el país más exitoso de América Latina por un amplio margen. Desde el punto de vista de una persona ajena, hay una revolución en marcha que probablemente se exceda, independientemente de las correcciones que se necesiten hacer. Leo los periódicos, pero no he tenido un contacto muy cercano. Los precios del cobre y de los alimentos están por las nubes, eso tendría que ser genial para Chile. Los países que se han beneficiado, particularmente después de Ucrania, son los exportadores de productos básicos y de alimentos, por lo que las sacudidas mundiales realmente no son malas para Chile. Lo malo son los golpes que vienen de adentro.
Usted ha dicho que China comenzó a frenar la construcción. ¿Eso no podría afectar el precio del cobre, el principal producto de exportación de Chile?
Absolutamente. No sé cuál es el efecto neto de la guerra en Ucrania y lo que pasa en China. Sí veo una desaceleración en China, probablemente producto de su recesión, y a su sector inmobiliario sobrecargado. En cierto sentido, están siguiendo los pasos de Rusia, solo que han tardado más en llegar, pero creo que estamos en un punto de inflexión respecto a su sector inmobiliario. Una desaceleración sostenida en China obviamente afectaría los precios del cobre. Vivimos en una situación muy volátil. Hace poco hablé en una conferencia de la Fed, donde estaban los principales meteorólogos económicos del país. Uno tras otro dijeron que nunca habían tenido tan poca idea de lo que estaba pasando.
¿Cuál es la situación en Europa?
Europa era el que lo estaba haciendo mejor antes de Ucrania. Tuvo una buena recuperación, tenían inflación, pero nada comparado con la de EE. UU. Inyectaron estímulos, pero de manera más equilibrada. Fue una respuesta más tecnocrática que política. Pero ahora está Ucrania, y hay grandes riesgos con los cortes de energía, lo que es muy malo para la inversión. No solo por la recesión, que creo que se les avecina, sino porque cuando hablamos de que Putin podría usar un arma nuclear, está apuntando a Europa. Por otro lado, si la guerra termina, estará en la mejor posición de las grandes tres regiones.
¿Nos dirigimos a una estanflación?
Sin duda. Creo que los bancos centrales no apretaron lo suficientemente rápido. Un shock de oferta genera un crecimiento más lento e inflación. Normalmente lo enfrentas, pero no tratas de eliminar la inflación por completo. Creo que esta vez, como cometieron todos los errores antes, están preocupados de que su ancla inflacionaria no sea tan fuerte. A medida que comiencen a aumentar las tasas y la recesión se desarrolle, mi predicción es que durante algún tiempo se detendrán en seco. En el caso de la Fed, creo que subirán las tasas de interés al 2,5 o al 3% y bajarán la meta de la inflación al 2,5%. Creo que terminaremos con una inflación más alta, incluso una recesión, y un crecimiento más bajo en EE.UU. y Europa.
¿Puede haber una emergencia alimentaria global?
Ese pastel ya está en el horno. Teníamos una emergencia alimentaria mundial antes de Rusia y Ucrania. La pandemia causó todo tipo de problemas con el suministro de alimentos. Hemos tenido sequía en América Latina y una severa en África, donde se están librando muchas guerras. Los precios de los alimentos han subido un 50%. Así que sí, se avecina una absoluta catástrofe humanitaria a nivel mundial. Leí que Putin estaba intentando negociar con Draghi un levantamiento de las sanciones para salvar a la gente. Ese es un argumento bastante poderoso. Putin puede ser malvado, pero no es estúpido.
¿Cree que puedan levantar las sanciones?
No sé qué viene ahora, pero esto tiene que terminar. Si no vas a conseguir un cambio de régimen en Rusia, ¿cuál es el final del juego? ¿Qué pides? Yo solía ser un jugador de ajedrez profesional y cuando evalúas tu estrategia siempre te preguntas: ¿A dónde estoy tratando de ir? No entiendo lo que intentan hacer. No creo que lo sepan, pero en algún momento la guerra debe terminar y una emergencia alimentaria mundial creo que proporcionaría un argumento poderoso para aliviar las sanciones.
¿Cómo impacta esta guerra en la pobreza y la desigualdad mundial?
La pandemia ha sido lo peor para la desigualdad global en los últimos 40 o 50 años. Todas las estadísticas sugieren que, en primer lugar, la era de la globalización ha sido muy buena para combatir la desigualdad, al contrario de lo que cuenta (el economista francés autor de ¡Viva el socialismo!), Thomas Piketty. Piketty se preocupa de que al agricultor francés no le ha ido bien en comparación con los industriales. Pero los granjeros franceses ya son muy ricos. Si le importan los agricultores indios, chinos o chilenos, este ha sido un período muy bueno. Ahora, debido a la pandemia, varios mercados emergentes y economías en desarrollo que tenían menos acceso a las vacunas y menos capacidad de hacer programas de estímulo masivo, están teniendo problemas con la inflación y tendrán cicatrices más profundas.
¿El capitalismo podrá responder a este contexto?
Históricamente, cuando los gobiernos se hacen más grandes, nunca retroceden. Y la pandemia hizo más grande a los gobiernos. No sé si los hicieron menos capitalistas y, en cierto modo, uno podría argumentar que las vacunas fueron un producto del capitalismo, que el gobierno no hizo nada. China ha sido el abanderado de que a un sistema más autoritario con un gobierno más poderoso le puede ir bien, pero la idea de tener al 10% de la población en prisión en cualquier momento probablemente no sea muy atractiva. Incluso alguien en un mercado emergente, reescribiendo su Constitución, sabe cuán poderoso debe ser el gobierno. Así que creo que tendremos más redistribución del ingreso, pero no menos capitalismo.
¿El sistema capitalista no debe someterse a un cambio?
Para mí, el cáncer en la sociedad son las redes sociales. En todas partes las personas de derecha solo miran y hablan con sus iguales y lo mismo las de izquierda. Realmente creo que esto es una criatura de las redes sociales, no de la economía. Y eso hace que sea difícil que cualquier sistema funcione bien porque estás constantemente cambiando de un extremo a otro. No estoy de acuerdo con muchas cosas que propone (la senadora demócrata) Elizabeth Warren, pero aboga por una regulación mucho más estricta de la tecnología, y creo que tiene razón. No puedes operar ningún tipo de economía cuando tienes tal disfunción política. No puedes realizar los cambios difíciles de hacer.
¿Cree que existe un modelo económico que funcione, distinto del capitalismo?
La respuesta corta es no. Creo que los mercados son necesarios: elimine la palabra capitalismo, porque eso es algo de Marx. No puedes hacer que el gobierno tome todas las decisiones. Es necesario restringir su tamaño. Dicho esto, la guía del gobierno es esencial para muchas cosas. No se puede tener un gobierno muy pequeño tratando de lograr un equilibrio. Algunos países europeos lo han hecho mejor que otros. Sin embargo, es cierto que parte de la invasión rusa en Ucrania se debe a que Europa no invirtió en defensa. Ahí tienen muy buenos programas sociales. Si EE.UU. invirtiera todo el dinero que gasta en defensa en programas sociales, nos pareceríamos a Dinamarca. La mayor parte de la defensa en Europa son los programas de jubilación y diversos sistemas que no se integran y dependen completamente de EE.UU. Entonces, ¿cómo se logra el equilibrio? Si no tuviéramos a EE.UU., China sería realmente una amenaza. No es fácil saber cómo sería un sistema perfecto.
¿No cree que EE.UU. debería gastar menos en defensa y más en programas sociales?
No, deberíamos tener impuestos más altos. Ahora necesitamos gastar mucho más en defensa. Estábamos recortando y eso fue un gran error. Biden quería reducir el gasto, pero teniendo en cuenta que queremos tener una huella en Asia, en Medio Oriente, en Europa... no. Necesitamos subir los impuestos no solo a los más ricos, sino al 75% más rico de la población. Probablemente necesitemos un sistema tributario más eficiente. También necesitamos gastar más en seguridad social. Es criminal que no tengamos atención médica gratuita.
En Chile, el gobierno prepara una reforma tributaria para recaudar 4 puntos del PIB en cuatro años en un periodo en que su economía no crecerá más del 2%. ¿Le parece factible?
Asumo que el plan es gastar el dinero recaudado en los impuestos principalmente en redistribución. Los efectos a corto plazo serán que aumentará la demanda y el crecimiento. A largo plazo, probablemente se reducirá el crecimiento.
Dentro de esta reforma se contempla un impuesto a la riqueza que buscaría recaudar el 0,5% del PIB. ¿Lo recomendaría?
La mayoría de los países que han probado los impuestos sobre el patrimonio se han decepcionado de los resultados y los han abandonado. Por supuesto, un tema es la fuga de capitales, pero también es muy difícil medir la riqueza. Pienso que el mismo objetivo se puede lograr de manera mucho más eficiente con un impuesto al consumo progresivo. El impuesto de sucesiones se puede fortalecer como una alternativa a la tributación del patrimonio.
¿Cuál es su impresión sobre lo que ha seguido del proceso constituyente chileno?
Esperemos que sea posible encontrar formas de distribuir el ingreso de manera más equitativa, sin socavar todo el modelo de crecimiento.