Las autoridades chinas dijeron al fundador del gigante inmobiliario Evergrande, Xu Jiayin, que use su fortuna personal para ayudar a enfrentar la enorme deuda de la empresa, según informes de la prensa.

La crisis de liquidez de una de las principales empresas chinas minó el sentimiento de los inversionistas y sacudió el mercado inmobiliario chino, al tiempo que desató temores de un posible contagio a toda la economía.

La semana pasada, el grupo pagó inesperadamente los intereses de un bono offshore justo antes del vencimiento del plazo el sábado.

También anunció que reanudó los trabajos en más de 10 proyectos paralizados.

Pero la agencia Bloomberg News informó el martes que Pekín presionó a Xu a usar sus propios recursos para ayudar a pagar la deuda de la empresa, citando a personas informadas del tema.

Sin embargo, es poco probable que Xu pueda tener mayor impacto en la deuda de Evergrande, de más de US$ 300.000 millones, y Bloomberg informó que su fortuna personal es de menos de US$ 8.000 millones.

El gigante inmobiliario debe más de US$ 300.000 millones y ha generado tensión en los mercados asiáticos.

Xu, de 63 años, fue una vez la persona más acaudalada de China, con más de US$ 40.000 millones pocos años atrás, antes de que estallaran los problemas para la empresa.

Fuentes citadas por Bloomberg dijeron que gobiernos locales en toda China monitorean las cuentas bancarias de Evergrande para asegurar que sus recursos se usen para completar proyectos de vivienda y no se desvíen al pago de deudas.

Las medidas de control de China sobre su endeudado sector inmobiliario provocaron la crisis de liquidez de Evergrande y golpearon a otras empresas.