El cambio climático empujará a decenas de millones de personas a migrar dentro de sus países para 2050. Según el informe Groundswell del Banco Mundial, esta nueva amenaza incluye a América Latina, donde las áreas más pobres y vulnerables serán las más afectadas.

Junto al surgimiento de puntos críticos de migraciones internas, el cambio climático no solo tendrá consecuencias importantes en estos sectores de la población, sino también repercutirá en la infraestructura y en los sistemas de apoyo social.

Ante este escenario, muchas zonas urbanas y periféricas de las ciudades de la región deberán prepararse para la llegada de migrantes, lo que incluye mejorar la infraestructura de las viviendas, los sistemas de transporte y los servicios sociales.

De acuerdo con la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos (NAE), el incremento de la población, los nuevos patrones de consumo y el cambio climático serán las principales causas de un futuro déficit de recursos hídricos. Mientras la disponibilidad de agua disminuye, la demanda global aumentará en 55% al año 2050, según la Ocde. La eficiente gestión de este recurso, incluyendo su infraestructura asociada, serán un aspecto clave para revertir este negativo pronóstico.

Todo lo anterior incrementará la necesidad de implementar estrategias de desarrollo que brinden apoyo a las personas en los procesos de adaptación al cambio climático. En el caso de la infraestructura, esto significa invertir de manera eficiente y sustentable respecto del clima, de manera de mitigar los efectos del cambio climático en la calidad de vida de la población.

Por lo tanto, los países deberán adoptar un enfoque de anticipación y de largo plazo en la planificación, de modo de tener en cuenta a los migrantes por motivos climáticos en las estrategias generales de crecimiento y desarrollo. Esta mirada no solo deberá resguardar la resiliencia de quienes se trasladan, sino también la de quienes habitan en las comunidades de origen y de destino.

Para planificar y prepararse adecuadamente, el próximo Foro Latinoamericano de Infraestructura a realizarse a fin de mes en Santiago representa una oportunidad para abordar la nueva amenaza del cambio climático, entre otros temas de interés, junto a autoridades y profesionales de distintos países de la región.

El encuentro organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura de Chile (CPI), abre un importante espacio de diálogo multisectorial que puede ayudar a optimizar los esfuerzos de inversión en que cada país está comprometido de acuerdo con sus estrategias de desarrollo.

El Foro Latinoamericano ofrece una instancia para revisar cómo hemos avanzando en materia de infraestructura a nivel local. Justamente, uno de los ejes de este encuentro será la infraestructura en un ambiente de cambio climático. De esta forma, se analizará qué nos hace falta para tener una infraestructura más resiliente, mejor preparada y con una mayor capacidad de respuesta, principalmente a los nuevos fenómenos climáticos que llegaron para quedarse.