La austríaca Strabag nunca imaginó el rol que tendría que asumir cuando comenzó a trabajar con AES Gener en el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo. La compañía estaba acostumbrada a un trabajo más silencioso, el que ha desarrollado en el país desde 1987, cuando construyó -por mandato de Endesa- la central hidroeléctrica Canutillar, hoy en manos de Colbún.
La crisis de Alto Maipo comenzó en 2016, con el incremento de más de 20% de su costo y la salida del grupo Luksic en enero de 2017. Luego la iniciativa tuvo que ser declarada en default técnico y generó una mesa de negociación que se extendió por casi un año, donde estaban los bancos, AES Gener y la propia Strabag. Todo ese proceso colocó a la constructora austríaca en la línea de fuego.
Para sortear positivamente esa primera etapa de la crisis, asumió de manera inédita en su historia un rol de accionista, adquiriendo el 6,7% de Alto Maipo.
Hoy, la firma es la garante de que las centrales Alfalfal II y Las Lajas se construirán, puesta en marcha fechada ahora para 2020. Por ese rol recibirá, solo si el proyecto se construye y en un plazo de 20 años, un total de US$ 500 millones como prima, que incluye la opción de elevar su participación en el proyecto hasta alcanzar un 10%, porcentaje que la aus- tríaca hasta ahora no tiene intenciones de ejercer. "Strabag pasó a tener acciones del proyecto Alto Maipo solo en el marco de un acuerdo comercial, por lo que no es una prioridad crecer en la propiedad del proyecto", indican fuentes de Strabag.
Añaden que en este proceso, todas las partes involucradas están tomando "una cierta posición de riesgo" donde, destacan, "el contratista está tomando su parte, la que se evaluó durante las negociaciones del contrato.
Y aclaran que "a Strabag se le paga por los costos incurridos en la ejecución del proyecto a través del contrato de largo plazo". Hecho no menor, si se considera que la crisis de Alto Maipo tuvo un impacto financiero "significativo" en la empresa, pero que ha sido bien manejado gracias a "la estrategia de diversificación, su fuerte balance y el tamaño de la compañía", dicen en la constructora, donde indican hoy administran cerca de 12.000 proyectos cada año.
La preocupación del excanciller
Por eso, los avances del proceso de reestructuración, donde el 80% del tiempo se centró en convencer a la firma para asumir los riesgos del proyecto, fueron monitoreados por el propio el presidente del Consejo de Supervisión de Strabag, Alfred Gusenbauer, todo un personaje en Austria.
Se trata de un conocido político, representante del Partido Socialista de Austria, que llegó a su punto político más alto el año 2007, cuando fue nombrado canciller federal. Además, es presidente de los fondos europeos del Consejo Asesor en Equitas Capital, mismo fondo que tiene presencia en Chile y que en 2017 fue demandado por estafa por las empresas de factoring que financiaron a la maderera de Concepción Innovaciones Forestales (IF), firma controlada por el fondo Equitas.
Al Consejo de Supervisión de Strabag llegó en 2010 y desde ese cargo siguió de cerca el proceso que AES Gener, Strabag y la banca cerraron el martes 8 de mayo. Según explican en la firma, las conversaciones se desarrollaron principalmente en Santiago. Por el lado de Strabag estaban el gerente técnico de la empresa, a cargo del proyecto Alto Maipo, Mario Theurl, y el gerente comercial de la constructora, Dirk Pfoertner.
"Hoy en día, Alto Maipo es uno de los proyectos más grandes en construcción en todo el mundo y representa un desafío sin precedentes en términos de conocimiento técnico, logística y geología", indican en la firma, y añaden que pese a que la constructora tuvo que proporcionar fondos para mantener activo el proyecto, el esfuerzo se hizo pensando en la energía limpia que contribuirá al desarrollo de Chile.
Por esa relevancia del proyecto, indican fuentes de Strabag, desde la contratista Strabag SpA Chile se emitió una garantía para la compañía matriz. "Como es habitual en este tipo de proyectos largos, el contratista debe proporcionar las garantías bancarias necesarias para garantizar el rendimiento", explican fuentes de la firma.
Pero su apuesta en Chile no solo está concentrada en Alto Maipo. La compañía también está construyendo el millonario proyecto que Codelco impulsa en el norte del país. Se trata de Chuqui Subterráneo, iniciativa que la firma califica como "desafiante".
Añaden que Codelco es uno de sus principales clientes y con quienes han tenido relación en los últimos 25 años.