Una de las grandes interrogantes que se abrió tras la venta de acciones de SQM por parte de Nutrien es cómo tributarán las ganancias obtenidas por la operación. La discusión se inició luego de que se diera a conocer la contratación de Banchile como market maker para la serie A de las acciones, lo que, entre otros efectos, le dio a los papeles gran presencia bursátil y podría otorgarles beneficios tributarios.
Lo anterior, pues al realizarse en bolsa, la transacción lograría eximirse de tributar por las ganancias de capital que generen los más de US$4.066 millones que recaudó en la subasta.
Según publicó en junio el medio Pauta, los expertos estiman que esto podría generar un ahorro impositivo de entre US$760 millones y US$800 millones para la compañía canadiense.
Por su parte, el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Francisco Saffie, comentó a PULSO el mismo mes que, si bien la información de prensa daba a entender que se cumplen las condiciones, "surge la duda de si se trata efectivamente de una forma de profundizar el mercado de capitales -que es el propósito del beneficio tributario- o simplemente es una forma de satisfacer formalmente el requisito pero sin cumplir el propósito de la ley. En ese caso, podría aplicarse la cláusula general antielusión".
En medio de este revuelo, el Servicio de Impuestos Internos destinó a un equipo especial para analizar las implicancias tributarias, luego de que el Ministerio de Hacienda le pidiera monitorear la transacción. Y la orden es clara: que se cumpla a cabalidad la normativa vigente.
Como sea, todo dependerá de lo que declare Nutrien ante el organismo fiscalizador, lo cual aún no hace. Consultados al respecto, desde la empresa no habían respondido al cierre de esta edición.