Los equipos de tecnología y ciberseguridad de la aseguradora Mapfre trabajan para rechazar un ciberataque, del tipo ransomware, lanzado contra los sistemas de la compañía en un fin de semana clave para la movilidad e incidencias de tráfico como es el del 15 de agosto. Suele tratarse de un virus que irrumpe como spam e impide a los usuarios de los equipos acceder a sus archivos.
En el caso de Mapfre, comenzó a ralentizar ayer sus sistemas, pero fuentes internas aseguran que, tras los primeros análisis, “no está comprometida la seguridad de la información de la corporación o de sus clientes”.
La labor de los técnicos se centra en las últimas horas en cercar el malware y proteger los sistemas informáticos, taponando cualquier tipo de fuga de información. La empresa ha pedido disculpas públicamente a los clientes “porque no estamos pudiendo atenderles con la calidad habitual de Mapfre”.
Se trata de un ejemplo de transparencia ante una crisis de ciberseguridad que, habitualmente, suele ser ocultada por las compañías afectadas ante sus clientes y la opinión pública.
Pese a la incidencia, la aseguradora dice estar prestando sus servicios “con normalidad”, si bien hay procedimientos que se llevan a cabo a través de procedimientos alternativos, según los protocolos que marca el Plan de Continuidad de Negocio. Una circunstancia que “puede alargar nuestros tiempos de respuesta”, señala la empresa.