El conglomerado chino Evergrande ha suscrito acuerdos de con varios grandes acreedores para llevar a cabo la reestructuración de una parte de su deuda ‘offshore’, que asciende a 140.284 millones de yuanes, según ha informado la empresa en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong.
Evergrande ha calificado de “hito sustancial” los tres acuerdos de reestructuración firmados con bonistas de la compañía “que representan más del 20% y el 35%” del monto de capital en circulación total de los bonos de existentes de China Evergrande y de su filial Scenery Journey, en virtud de los cuales las partes acordaron cooperar para facilitar la implementación de la propuesta de reestructuración.
De este modo, en función de la información facilitada previamente por la compañía, los acuerdos cubrirían alrededor de US$ 4.613 millones, incluyendo unos US$ 2.784 millones en bonos de China Evergrande y otros US$ 1.829 millones en deuda de Scenery Journey, según los cálculos de Europa Press.
En este sentido, la compañía china ha informado de que cada acreedor que ejecute o se adhiera válidamente a la reestructuración antes de las 17.00 horas de Hong Kong del próximo 27 de abril recibirá una “tarifa de consentimiento” del 0,25 % del monto principal pendiente mediante el pago en especie de nuevos pagarés emitidos por la empresa correspondiente.
Los acuerdos celebrados entre la compañía y sus acreedores contemplan distintas modalidades para canjear la deuda por nuevos títulos de deuda de la empresa con un plazo de vencimiento de 10 a 12 años u optar por convertir sus derechos en nuevos pagarés de la empresa con vencimiento de entre 5 a 9 años en combinación con otros instrumentos obligatoriamente convertibles en (según corresponda) acciones de Evergrande Property Services o Evergrande NEV, la filial de vehículos eléctricos.
El gigante inmobiliario chino, acuciado por las dificultades para hacer frente a un pasivo estimado en unos US$ 300.000 millones y cuyas acciones se mantienen suspendidas de negociación desde hace un año en la Bolsa de Hong Kong, había incumplido el plazo autoimpuesto para dar a conocer a final de 2022 su plan de reestructuración.