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La columna de Karol Fernández: “Envejecimiento poblacional y edad de jubilación: un debate esquivo”

"A diferencia de los países europeos, donde el proceso de envejecimiento fue más lento y acompañado de un mayor desarrollo económico, Chile envejece más rápido y sin ser aún una economía desarrollada. Este escenario pone de manifiesto la necesidad de ajustar las edades de jubilación".

La columna de Karol Fernández: “Envejecimiento poblacional y edad de jubilación: un debate esquivo” RAUL ZAMORA/ATON CHILE

Uno de los principales retos que enfrentan los sistemas de pensiones a nivel mundial es el envejecimiento poblacional, fenómeno ocasionado por sociedades en donde cada vez nacen menos niños al tiempo que aumentan las expectativas de vida, así, la proporción de adultos mayores es creciente.

Chile no está exento de esa realidad y así lo demuestran los datos del Censo 2024. El porcentaje de personas de 65 años o más representa el 14% de la población, mientras que en la medición de 1992 dicho porcentaje era apenas del 6,6%. A su vez, se observa una importante disminución en el porcentaje de personas de 14 años o menos: mientras que los noventa este grupo representaba 29,4% de la población, actualmente es 17,7%. Es decir, que por cada 100 niños (14 años) hay 79 personas de 65 años o más (en los noventa esta cifra era apenas 22,3).

A diferencia de los países europeos, donde el proceso de envejecimiento fue más lento y acompañado de un mayor desarrollo económico, Chile envejece más rápido y sin ser aún una economía desarrollada. Este escenario pone de manifiesto la necesidad de ajustar las edades de jubilación, especialmente para las mujeres, pues ningún sistema previsional, ni de reparto ni de capitalización individual, puede sostener a este creciente volumen de pensionados. De hecho, según información recabada por FIAP (2024), entre 1995 y 2024 un total de 68 países con sistemas de pensión de reparto aumentaron la edad de jubilación.

Los trabajadores en torno a la edad de jubilación tienen una amplia disponibilidad a mantenerse trabajando. Según un estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) (2018), un 63% de los trabajadores de entre 60-64 años estarían dispuestos a continuar trabajando aún si no tuviesen necesidad económica de hacerlo. Sin embargo, la empleabilidad en edades maduras es compleja. Para alargar la edad de jubilación es preciso abordar una serie de cambios en el mercado laboral que permitan facilitar su contratación. La experiencia internacional muestra que, existen políticas efectivas en esta materia, por ejemplo: campañas comunicacionales para romper barreras sociales y culturales del trabajo de los mayores; generar programas de capacitación para trabajadores mayores, puesto que las barreras tecnológicas son una de las limitaciones para incorporarlos o mantenerlos en el mercado laboral; flexibilidad laboral, a fin de que se ajusten con sus preferencias y condiciones de salud.

En la reciente discusión de la reforma de pensiones, Chile dejó pasar la posibilidad de ajustar la edad de jubilación, al menos para las mujeres, y este debate junto con el rol, tanto del Estado como de los privados, en la creación de políticas que favorezcan la inclusión de los trabadores senior, son temáticas ineludibles que debemos abordar si queremos generar mejores condiciones para enfrentar la vejez.

*La autora es vicepresidenta ejecutiva de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP).

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