“Partimos absolutamente de cero”, cuenta Mario Miranda, cofundador de Ecomsur, una startup dedicada a lo que ellos denominan como “fullcommerce”. En otras palabras, a ayudar a las empresas a vender online desde el inicio al fin.

Y cuando este emprendedor dice de cero, es quizá menos que eso. Para crear esta empresa junto a Felipe Figueroa, usaron sus propios bolsillos. Mario vendió un departamento que tenía en Buenos Aires, además de rehipotecar el suyo en Santiago y pidió varios créditos. “Fue bien duro al principio. Nos dimos cuenta que necesitábamos mucho capital de trabajo y armar todas las áreas involucradas en el e-commerce, como la implementación, informática, marketing, servicio al cliente, administración etc. A nivel personal estábamos muy endeudados”, recuerda.

En noviembre de 2011 comenzó formalmente la startup. Mario y Felipe se conocieron un poco antes, trabajando en sus respectivas empresas. Tenían que aplicar un sistema de ventas en línea a una importadora y comercializadora de repuestos para vehículos. “Nos dimos cuenta que había mucho desconocimiento al respecto. Se necesitaba una solución que abarcara todo el proceso. No sólo armar un sitio web, sino también promocionarlo y ayudar en las ventas”; dice Mario.

Comenzaron con un par de clientes con sitios “bastante básicos” como dice el CEO de Ecomsur y agrega: “Llegamos en poco tiempo a seis. Era un servicio completo. Hasta yo mismo a veces despachaba con mi auto o contestaba los pedidos en mi celular”. Hoy, con 60 clientes en Chile, 20 en el extranjero y cerca de 200 empleados, siguen haciendo la totalidad del servicio, pero a mayor escala: catálogos, actualizaciones, bodegaje, inversiones de marketing online, etc.

Pero volviendo a los primeros años, en 2013 se dieron cuenta que estaban “hasta el cuello” y que les quedaba mucho para lograr su punto de equilibrio. Así y todo, seguían creciendo e invirtiendo a la vez. “Nuestro modelo es bastante innovador, porque participamos de las ventas de los clientes. Sabíamos que era el correcto”, comenta Mario con seguridad.

Pero había que buscar inversionistas y el family office IGneous, de Christoph Schiess (el mismo de Tánica), invirtió casi $200 miilones. Más adelante siguieron invirtiendo y haciendo aportes de capital. “Parecía mucho dinero al principio, pero la verdad es que nos duró muy poco. Nos cambiamos de oficina, arreglamos algunos sueldos que estaban bajo el mercado y contratamos más personal. Al año ya estábamos sin plata. Pero la empresa crecía al orden del 100% anual. Las ventas siempre estaban en alza”, señala Mario.

Este emprendedor aprovecha de hacerle un guiño a los bancos. “El problema de las startups es que no son bancarizables. Uno pasa años perdiendo plata y es justo cuando necesitas a los bancos. Pero no te aceptan. Más tarde, cuando logras números azules, ya no necesitas a los bancos, pero te llaman para ofrecerte créditos”, dice riendo.

El 2015, Felipe salió de la sociedad y se quedó solo Mario e IGneous. Siguieron creciendo, producto casi por completo del “boca a boca”. Prácticamente sin inversión publicitaria o de marketing. Mario se dedicó 100% a Ecomsur. Tres años más tarde lograron por fin pasar el “valle de la muerte”, iniciando el proceso de internacionalización y en 2019 desembarcaron en México. Hoy están con oficinas en ese país, además de Chile, Perú y Colombia, y trabajando con partners en Argentina y Brasil. “Nos tiene muy orgullosos nuestro despliegue en Latinoamérica”, reconoce Mario.

El 2019 facturaron US$11 millones, mientras que la facturación en conjunto con sus clientes por las ventas online, alcanzaron el año pasado los US$35 millones.

Pandemia

Ecomsur es una de esas startups que ha aumentado sus negocios producto del aislamiento por el Covid-19, al igual que la industria del comercio electrónico en general.

En marzo de este año crecieron 199% con respecto al mismo mes de 2019, Incluso, uno de sus clientes ha logrado un aumento de ventas online de 340% en el mismo período. “Aparte de algunos rubros como el turismo, todas las industrias están subiendo muchos sus ventas de e-commerce y varias de ellas, basándose en ese canal para paliar la crisis”, dice Mario.

Y sigue: “Creo que el comercio electrónico va a ayudar a aplanar las dos curvas: la del contagio, porque la gente sale menos de sus casas, y la del desempleo. Lo que estamos viviendo es una especie de CyberDay extendido, donde proyectamos que abril doble las ventas de marzo. Y esta vez, el disparador no es el precio, sino la necesidad de estar en casa y tener que comprar por internet. Esto está cambiando muy fuerte el comportamiento de compra de los clientes”, dice el CEO de Ecomsur.