La industria farmacéutica, la Organización Mundial de la Salud, los Gobiernos y distintos organismos tienen un reto: llegar a las 15.000 millones de dosis de vacuna del Covid-19 este año, una cifra teórica que podría cubrir a toda la población mundial y acercase a la inmunidad colectiva.
Pero los fabricantes se están encontrando una seria amenaza para lograrlo, la escasez de materias primas y equipos debido a la alta demanda y a las restricciones que está poniendo EE UU a las exportaciones de sus proveedores.
La lista de los materiales de los que hay escasez es muy extensa. Aunque la mayor parte de las multinacionales evitan responder a este diario sobre qué problemas de suministro encuentran y guardan el secreto, la patronal mundial Ifpma ha recogido en un informe las carencias. Igualmente, la patronal biotecnológica española Asebio ha recopilado en una lista, a la que ha tenido acceso Cinco Días, los fungibles y equipos con escasez para sus empresas.
En la parte de equipos, lo más repetido y urgente sobre la escasez son las bolsas para los biorreactores donde se produce el ingrediente activo para la vacuna. Sin ese plástico es imposible fabricar y además no es fácilmente sustituible. “En biotecnología, el producto es el proceso. Si se cambia un componente por otro aunque sea igual, hasta que no se demuestre que el producto es igual no se puede utilizar. Cambiar un proveedor no es difícil, pero hay que homologarlo”, explica Dámaso Molero, director general del fabricante navarro 3P Biopharmaceuticals, sobre los materiales para producir vacunas.
Entre las materias primas escasean las nanopartículas lipídicas –que por ejemplo sirven para encapsular el ARN mensajero de algunas vacunas–. Hay carencia también de cultivos celulares y medios de cultivo (azúcares, componentes que aporten nitrógeno, aminoácidos...), además de excipientes, reactivos, adyuvantes y enzimas. Algunas de estas complejas vacunas necesitan de hasta 250 componentes distintos, según Farmaindustria.
Estos materiales de productos farmacéuticos se distribuyen desde la UE, Asia y EE UU y destacan proveedores como la alemana Merck Millipore y las estadounidenses Cytiva (antigua GE) y Thermo Fisher.
Para las plantas de vacunas también se destaca el relevante desaprovisionamiento de viales de vidrio donde embotellar el producto y tapones. Igualmente faltan filtros y resinas para los procesos de purificación. Asimismo y en menor medida: alcohol, material estéril para salas limpias, placas, guantes de nitrilo y de latex o puntas de pipeta.
Desde Proteos, un fabricante español biotecnológico, indican que la escasez les afecta sobre todo en la “incertidumbre, porque hemos tenido que buscar proveedores nuevos en China e India asumiendo costes elevados y riesgos que anteriormente no afectarían a la compra de material primario o crítico”. “Es un desconcierto e inseguridad porque a todo esto hay que sumarle subidas de precios de materiales imprescindibles como el cartón, plástico o incluso algodón”, añaden. En su caso, destacan como principal carestía los viales.
America First
“Se ha producido un doble problema. Ha habido un sobrestock de los actuales fabricantes. Y por otro lado, el problema se agrava porque EE UU no permite exportar material para fabricar vacunas”, asevera Molero.
Ion Aroncena, director general de Asebio, recuerda que EE UU se acogió al inicio de la crisis el pasado año a la Defense Production Act –de la época de la Guerra de Corea– y al America First impulsado por Donald Trump para prohibir estas exportaciones y dedicar los materiales a su industria nacional. “Para solucionar los problemas hace falta tiempo para que la industria gane capacidad de suministro y también evitar la limitación a las exportaciones de EE UU. Es importante que las barreras proteccionistas vayan cayendo”, afirma Arocena.
El directivo de Asebio detalla que el problema va más allá porque incluso hay carestía de equipos para montar nuevas líneas de producción en las fábricas.
Novavax ha sido el único gran fabricante internacional que ha respondido a este diario para desvelar esta escasez. Un portavoz de la biotecnológica estadounidense señala la carencia de bolsas de biorreactores, filtros y medios de cultivo. “Esperamos que nuestros proveedores agreguen capacidad suficiente para que podamos operar a una capacidad significativa en el tercer trimestre y a plena capacidad en el cuarto trimestre”, reclama.
El informe de la patronal Ifpma, elaborado junto a expertos de la iniciativa público-privada CEPI y otros organismos, alerta sobre este problema: “Es evidente que muchos suministros de insumos para la vacuna del Covid-19 de materias primas y materiales de embalaje, consumibles y equipos escasean, lo que puede provocar que varios fabricantes de vacunas no puedan cumplir con sus compromisos actuales de fabricación de vacunas”. Igualmente recoge en el documento que dicha escasez también afectará la capacidad de fabricar otras vacunas y productos biológicos. “Es necesario establecer mecanismos para garantizar el suministro”, reclama.