La estrategia de Bolivia para potenciar su industria del litio

Bandera de Bolivia en una imagen de archivo.

A través de la construcción de tres plantas, el país prevé estima llegar a 2025 con una producción promedio de 40.000 toneladas métricas al año de carbonato de litio.


La industrialización del litio en el país con el mayor yacimiento de este en el mundo, ya tiene un plan para su desarrollo. Si bien es una meta que data desde que el expresidente Evo Morales llegó al poder en Bolivia en 2006, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, anunció cuáles serían los lineamientos para poder concretar la extracción y hacer del material su nuevo motor económico.

Según lo informado por el gobierno boliviano lo central será la construcción de –mínimo, por el momento– dos plantas de Extracción Directa de Litio (EDL), las cuales tendrán una capacidad para producir 25.000 toneladas métricas anuales (TM/a), cada una.

El ministro Molina indicó que ambas construcciones serán ubicadas estratégicamente en los salares. “Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) supervisará la construcción de estos proyectos y posteriormente será el personal de la estatal boliviana el que realice la operación y mantenimiento de dichas factorías, a través de la transferencia tecnológica, lo que ratifica la posición de Bolivia de anteponer el respeto a su soberanía para la industrialización del litio”, señaló.

Además de esto, el plan sobre el recurso evaporítico implica también la entrada en operación de la planta industrial de carbonato de litio que está construyendo YLB. Se espera que esta comience a funcionar a inicios de 2023, ya que actualmente cuenta con un avance del 90%. Con el trabajo de esta fábrica se producirán 15.000 TM/a.

Así, la estrategia boliviana, a través de los tres proyectos, apunta a llevar a 2025 con una producción promedio de 40.000 TM/a del material, cifra que pretenden ir aumentando gradualmente. A los precios actuales del mercado internacional, la comercialización por estas cantidades proveería al país de un ingreso aproximado de US$2.000 millones.

En esa línea, el titular de Hidrocarburos y Energías planteó que el diseño de estos proyectos se enmarcan en enmarca en el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021–2025, en el que nos hemos trazado la meta de llegar al bicentenario de Bolivia como un firme competidor en la industria mundial del litio”.

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