La economía de la zona euro creció a un ritmo anual del 1,8% en 2018, según la estimación preliminar del dato publicada por la oficina estadística europea, Eurostat, que supone una desaceleración de seis décimas respecto de la expansión observada el año anterior y el crecimiento más débil de los países del euro desde 2014.

En el cuarto trimestre, el crecimiento del PIB de la eurozona fue del 0,2%, en línea con la tasa de expansión registrada en los tres meses anteriores, mientras que en comparación con el último trimestre de 2017 el crecimiento interanual fue del 1,2%, cuatro décimas menos que en el trimestre precedente.

Italia, por su parte, está en recesión, con dos trimestres consecutivos de caída del PIB, en el tercero de 2018, decreció un 0,1% y el Gobierno italiano avanzó ayer  que el Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2018 también ha sido negativo.

En el conjunto de la Unión Europea (UE), el PIB creció un 1,9% en 2018, medio punto porcentual menos que en 2017, después de que en el cuarto trimestre del año la expansión económica mantuviera un ritmo del 0,3%, igual que los tres meses anteriores, que en términos interanuales implicó un crecimiento del 1,5%, tres décimas menos que en el tercer trimestre.

La desaceleración de la economía europea refleja el deterioro registrado en sus cuatro principales motores económicos, después de que Alemania haya estimado un crecimiento del 1,5% en 2018, su menor expansión desde 2013; Francia del 1,5%, frente al 2,3% de 2017; España del 2,5%, frente al 3% de 2017, lo que supone su menor alza desde 2014; e Italia haya confirmado su entrada en recesión en el último trimestre de 2018.