En su primera intervención como nueva directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva partió advirtiendo sobre la desaceleración sincronizada y los efectos de la guerra comercial. Sus palabras fueron prontamente secundadas por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien concentrado en EEUU también asume los riesgos en curso y se prepara para actuar con más determinación, recurriendo a la compra de letras del Tesoro.

En un discurso en la National Association for Business Economics en Denver, la autoridad monetaria presentó lineamientos generales para fortalecer la posición de su institución ante los crecientes temores de una recesión, los que han llevado a Wall Street a tener su peor partida trimestral desde 2016, con bajas superiores a 2% en lo que va del mes.

"Esta volatilidad puede impedir la implementación efectiva de la política monetaria y la estamos abordando", señaló el líder del organismo, que ya ha aplicado dos recortes de tasas durante 2019. "De hecho, mis colegas y yo pronto anunciaremos medidas para aumentar el suministro de reservas a lo largo del tiempo", agregó Powell.

La medida

Sin tiempo para misterios, precisó que lo que está en evaluación son compras de letras del Tesoro. Se trata de una acción que los funcionarios de la Fed habían mencionado que podrían tomar algún día, pero nunca se señaló cuándo se daría el paso exacto.

"Ese momento ahora está sobre nosotros", subrayó Powell, quien de todos modos intentó inmediatamente poner paños fríos. "Ni los problemas técnicos recientes, ni las compras de letras del Tesoro que estamos contemplando para resolverlos, deberían afectar materialmente la postura de la política monetaria", indicó.

Asimismo, reiteró que esto no se trata de un relajamiento cuantitativo (QE en inglés) como el desplegado durante la recuperación de la crisis financiera subprime.

Al respecto, Chris Rumpkey, jefe de economía financiera de MUFG Union Bank, explica a PULSO que lo que está considerando la Fed es compensar el drenaje natural de dinero que se da en el transcurso de un año desde el sistema bancario, mientras que el QE se utiliza para agregar liquidez y reducir los rendimientos de los bonos.

"El monto será modesto en estas compras, quizás solo US$75.000 millones cada año, mientras que durante el último año de QE se estaban comprando US$85.000 millones por mes".

Tensión comercial

Las palabras de Powell tuvieron lugar en una nueva jornada de descensos en los mercados internacionales (ver infografía), esta vez no por los temores a una recesión, sino que por la caída en las expectativas de que China y Estados Unidos alcancen un acuerdo comercial en la reunión de este jueves y viernes.

Las autoridades de ambas potencias se verán las caras en Washington en un ambiente convulsionado, luego que la administración de Donald Trump decidiera incluir a 28 organismos y empresas chinas en su lista negra, debido a los presuntos abusos del país asiático en contra de los uigures y otras minorías musulmanas.

"Esta medida garantizará que nuestras tecnologías, fomentadas en un entorno de libertad individual y libre mercado, no se utilicen para reprimir a las poblaciones minoritarias indefensas", dijo en el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross.

La respuesta de Beijing no se hizo esperar. El ministerio de Relaciones Exteriores llamó a Washington a "corregir inmediatamente su error", destacando que "China continuará tomando medidas firmes para salvaguardar los intereses nacionales de soberanía, seguridad y desarrollo de sus intereses".