La inflación se ha instalado como una gran preocupación en el mundo financiero y con justa razón. Hoy la Reserva Federal señaló que anticipa que los precios en Estados Unidos escalen 3,4% este año, un incremento que supera en un punto porcentual a la estimación de 2,4% entregada en el reporte de expectativas de marzo.
Aunque el cambio no llevó a la Fed a retroceder en su política monetaria ultra expansiva, que tiene la tasa de interés en mínimos y un programa de compra de bonos en curso, la noticia no fue bien recibida en Wall Street, cuyos indicadores se mantuvieron en terreno negativo durante toda la jornada.
Las inquietudes del mercado persisten pese a que la Fed estableció en su reporte que las presiones inflacionarias “reflejan en gran medida factores transitorios”, lo que queda de manifiesto con perspectivas de un alza de precios de 2,1% en 2022 y de 2,2% en 2023.
Más tarde, en una conferencia de prensa el presidente de la institución, Jerome Powell detallaba que “a medida que continúa la reapertura, los cambios en la demanda pueden ser grandes y rápidos y los cuellos de botella, las dificultades de contratación y otras limitaciones podrían seguir limitando la rapidez con que se puede ajustar la oferta, lo que aumenta la posibilidad de que la inflación sea más alta y persistente de lo que esperamos”.
Tono más agresivo
En este escenario, en el que se generan ciertos temores a un tapering (como se conoce al retiro de estímulos) antes de lo esperado, la Fed subrayó su compromiso con una política monetaria acomodaticia.
“En las próximas reuniones, el comité continuará evaluando el progreso de la economía hacia nuestras metas. Como hemos dicho, avisaremos con antelación antes de anunciar cualquier decisión de realizar cambios en nuestras compras”, sostuvo Powell.
Aunque los integrantes de la Fed ven un incremento de tasa de interés hacia 2023. Precisamente Bank of America destacó el tono más agresivo en la comunicación que se ofreció tras la reunión de dos días del Comité de Política Abierta de la Fed: “La gran sorpresa provino de los puntos donde la expectativa media ahora es de 2 aumentos en 2023 con solo 2 puntos de 2022 que también muestran un aumento”.
Según indican en un reporte, “muchos en el Comité están inquietos, lo que demuestra que Powell probablemente enfrentará disensiones, dado que se inclina hacia el lado más moderado”. De hecho, la autoridad monetaria trató de bajarle el perfil al asunto, indicando que “los puntos no son un gran pronosticador de los movimientos futuros de las tasas, porque es muy incierto. No hay un gran pronosticador”.
La Fed sí decidió elevar la tasa de reserva de 0,1% a 0,15%. El jefe de análisis de inversiones XTB Latam, José Raúl Godoy, anticipa que “la política monetaria seguirá siendo expansiva y seguirá dando apoyo a la recuperación económica a pesar de la inflación, que se ha acelerado de manera significativa durante los últimos meses”. No obstante, el alza de la tasa de reserva el mercado lo tomó como “el inicio de una política contractiva que el organismo está intentando suavizar”. La determinación antes señalada implica que la Fed “cobrará más por mantener un exceso de liquidez por parte de los bancos por sobre lo estipulado por los reguladores”, detalla Godoy. Precisamente a este factor atribuye el nerviosismo de los inversionistas, que también se reflejó en un debilitamiento del dólar a nivel global.
Positiva evaluación de la economía
El debate anterior se da en el marco de una franca recuperación económica doméstica. “El progreso en las vacunas ha reducido la propagación de COVID-19 en los Estados Unidos. En medio de este progreso y un fuerte apoyo político, los indicadores de actividad económica y empleo se han fortalecido. Los sectores más afectados por la pandemia siguen siendo débiles pero han mejorado”, se lee en la declaración.
El organismo liderado por Jerome Powell proyecta un crecimiento de 7% en el presente ejercicio, ritmo que bajaría los años siguientes hasta 3,3% en 2022 y 2,4% en 2023. En tanto, la tasa de desempleo también evidenciaría una normalización de la economía, retornando a un nivel de precrisis de 3,8% para el próximo año.
En función de esos número, Powell aclaró que las condiciones actuales están lejos de donde debería estar la economía para que el banco central suba las tasas. “El despegue está en el futuro”, señaló, agregando que, por ejemplo, aún se está “muy lejos del máximo empleo”.
Con todo, la autoridad monetaria indicó que “honestamente, el mensaje principal que me llevaría (de los pronósticos) es que los participantes, muchos participantes, se sienten más cómodos de que las condiciones económicas en la orientación futura del comité podrían cumplirse algo antes de lo previsto”, dijo Powell. “Eso sería un desarrollo bienvenido”.