La economía estadounidense requerirá de una política monetaria ultraexpansiva por un buen tiempo. Así lo aseguró este miércoles la Reserva Federal, que retomó la entrega de proyecciones de crecimiento y de la tasa de interés que había suspendido en marzo, debido a la alta incertidumbre que generaba en ese momento la emergencia por coronavirus.

Con el panorama algo más claro, los miembros de la Fed se inclinan masivamente por mantener la tasa de interés en el rango de 0% y 0,25% por lo menos hasta 2022. “No estamos pensando en subir las tasas, ni siquiera estamos pensando en ponernos a pensar en eso”, señaló el líder del central estadounidense, Jerome Powell, en una videoconferencia con periodistas locales. “Lo que estamos pensando es brindar apoyo a la economía y creemos que eso tomará algún tiempo”.

En tanto, en el comunicado publicado en Washington, las autoridades monetarias precisaron que "la actual crisis de salud pública tendrá un gran peso en la actividad económica, el empleo y la inflación a corto plazo, y plantea riesgos considerables para las perspectivas económicas a mediano plazo. A la luz de estos desarrollos, el Comité decidió mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 0 a 1/4 por ciento”.

En ese contexto, una declaración por separado de la Reserva Federal de Nueva York se comprometió a continuar con el ritmo del aumento del balance general en alrededor de US$80.000 millones al mes para compras de bonos del Tesoro y alrededor de US$40.000 millones de valores respaldados por hipotecas.

“La intención de estas compras continúa siendo la promoción del buen funcionamiento del mercado, y aunque las condiciones del mercado han mejorado enormemente desde mediados de marzo, el presidente Powell señaló que esta mejora no puede darse por sentada”, señalaron en un informe los analistas de JPMorgan, donde destacan que “la claridad proporcionada por la Fed debería ser bienvenida por los mercados”.

Progresos graduales en empleo

El central estadounidense proyecta una contracción de 6,5% para este año, con una tasa de desempleo que apenas bajará de los dos dígitos, hasta quedar en 9,3%. De todas maneras, se sigue teniendo confianza en una recuperación en forma de "V". Powell precisó al respecto que mantienen la “expectativa general de una recuperación económica que comience en la segunda mitad de este año”.

La Fed anticipa un rebote económico de 5% en 2021, seguido de un crecimiento más moderado de 3,5% en 2022. En estos años, también se lograría disminuir el desempleo, a 6,5% el próximo año y a 5,5% el subsiguiente.

“Alrededor de 24 y 22 millones de personas están intentando volver a trabajar y nosotros creemos que el país los debe ayudar. No están desempleados por su culpa, esto ha sido un desastre natural”, explicó Powell, agregando que "hay mucho trabajo por hacer en el mercado laboral y nosotros estaremos dedicados a eso hasta que el trabajo esté hecho. Usaremos todas nuestras herramientas”.

La Fed también seguirá desplegando su artillería para apuntalar la inflación. Aunque es el indicador que menos sufre cambios con el coronavirus, se anticipa una mayor debilidad en los precios. Si antes se esperaba que la meta autoimpuesta de 2% se conseguiría en dos años, ahora en ese mismo plazo sólo se llegará a 1,7%.

Con todo, en JPMorgan aseguran que “los comentarios de altos funcionarios, respaldados hoy por el presidente Powell, sugieren que es probable que en septiembre se produzcan cambios más significativos en la política monetaria”.

En las bolsas no hubo una reacción muy contundente a las definiciones del Central. “El mercado de tasas interpretó las comunicaciones de la Fed como moderadas debido a la orientación proporcionada en el Resumen de Proyecciones Económicos y la limitada expectativa de aumentar las tasas a través del horizonte de pronóstico de 2022”, indicaron en Bank of America.