Para los operadores que han sufrido los efectos de la reciente convulsión de los mercados podría haber un destello de esperanza, y proviene de un lugar poco probable: Rusia.

Los entusiastas del fútbol, uno de los deportes más populares de la humanidad, dicen que la inactividad estival de los mercados comienza temprano cada vez que se celebra una Copa del Mundo. Una mirada a los datos de volatilidad histórica sugiere que podrían tener razón.

La Copa del Mundo, que se celebra cada cuatro años, es uno de los eventos más importantes del calendario mundial. La ocasión en teoría es lo suficientemente mundial como para competir por la atención de los operadores bursátiles, con un bajo nivel de cambio de precios como resultado.

"No hay nada como la Copa del Mundo para mantener a la gente totalmente distraída", dijo Greg Saichin, inversionista de bonos de Allianz Global Investors en Londres. "Afortunadamente bajará la volatilidad y podremos recortar el cupón durante cinco semanas".

De hecho, en cuatro de las últimas cinco Copas Mundiales, la volatilidad del mercado sí mostró bajas en junio, según un análisis de Bloomberg. Las caídas fueron mayores cuando el torneo se celebró en Europa, cuando era más probable que los partidos se llevaran a cabo en las horas de mayor actividad, y la volatilidad aumentó en 2002, cuando el torneo tuvo lugar en Asia.

El evento de este año tendrá lugar en Rusia del 15 de junio al 15 de julio e incluirá equipos de 32 países.

La caída de la volatilidad es leve, lo que sugiere que es posible que los inversionista no puedan prodigar el campeonato con toda su atención. Los aguafiestas dirán que los volúmenes de negociación no muestran caídas similares, sin respaldar la tendencia esperada.

Aun así, la buena noticia es que la mayoría de los equipos participantes este año son de Europa y de los mercados emergentes, lo que sugiere que los operadores que ocasionaron las recientes sacudidas podrían estar distraídos.