La tasa de inflación interanual de la zona euro se ha situado en julio en el 1%, una décima por debajo de la estimación preliminar y tres décimas menos que el dato registrado el mes anterior, lo que representa el menor nivel de inflación en la eurozona desde noviembre de 2016, lo que abre la puerta a una intervención inminente del Banco Central Europeo (BCE).

En el conjunto de la Unión Europea (UE), la tasa de inflación interanual se situó en julio en el 1,4%, frente al 1,6% de junio.El debilitamiento de las presiones inflacionistas en julio responde a la menor subida de los precios de la energía, con un alza interanual del 0,5%, frente al 1,7% de junio, mientras que los alimentos frescos se encarecieron un 1,7%, tras subir un 0,7% interanual el mes anterior.

Por su parte, el precio de los servicios subió un 1,2% en julio, cuatro décimas por debajo de la subida interanual registrada en junio, mientras que los bienes industriales no energéticos subieron un 0,4%, frente al 0,3% del mes precedente.

De este modo, sin tener en cuenta la energía, la tasa de inflación se situó en el 1,1%, una décima menos que en junio, mientras que al excluir el impacto de la energía, de los alimentos, así como del alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente ha caído en julio al 0,9% desde el 1,1% de junio.