La inflación y el precedente de los autopréstamos quitan presión a sexto retiro a 10 días de nuevo debate
El 18 de abril termina la prohibición para discutir nuevos proyectos de retiro de fondos de las AFP. Si bien en el oficialismo esperan que los diputados rechacen nuevas iniciativas, creen que podrían sumar más votos que los que tuvo el rechazado proyecto de autopréstamo, que sumó pocos. Pero aún así, difícilmente alcanzaría los cuatro séptimos necesarios. La mayor conciencia de los efectos nocivos de la inflación, que marcó en marzo un salto de 1,1%, y el foco del mundo político en los temas de seguridad quitan tensión al nuevo intento de retiro.
Apartir del martes 18 de abril, y luego de un año del último intento por nuevos retiros desde los fondos de las AFP, la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados deberá hacer frente a una anunciada y masiva entrada de proyectos de ley para nuevos desembolsos previsionales. Sin embargo, el llamado proyecto de sexto retiro (que sería en realidad el cuarto de ser exitoso) está marcado por un escenario político y económico distinto respecto del debate que rodeó las anteriores iniciativas en el Parlamento.
Un antecedente cercano que ilusiona a los detractores de la medida es el reciente rechazo a la reforma que habilitaba un autopréstamo desde los fondos previsionales (por 96 votos en contra, 10 abstenciones y 39 votos a favor), lo que asestó la peor derrota para la transversal “bancada del retiro” integrada informalmente por los diputados René Alinco, Pamela Jiles, Jorge Durán (RN), Rubén Oyarzo (PDG), Víctor Pino (ex-PDG) y Yovana Ahumada (ex-PDG), entre otros. Esta vez, el gobierno no corrió riesgos y puso toda su energía en lograr alinear a gran parte de la coalición oficialista y así dejar atrás el duro fracaso legislativo recibido con el rechazo a la reforma tributaria.
Pero a casi tres semanas del triunfo legislativo de lo que muchos llamaron un “retiro encubierto”, el escenario político ofrece un menú aún más favorable para las pretensiones del gobierno y, principalmente, del ministro de Hacienda, Mario Marcel, de derribar la iniciativa. En círculos oficialistas creen que hoy el apoyo popular y parlamentario a un nuevo retiro ha mermado respecto de anteriores intentos, especialmente por las consecuencias inflacionarias que han traído los millonarios desembolsos previsionales en la economía.
El dato inflacionario de marzo dado a conocer esta semana, cuya consecuencia más visible es el alza de la Unidad de Fomento (UF), revivió el “sabor amargo” de las alzas de precios vividas desde el año pasado para una generación completa de chilenos acostumbrados a inflaciones de un dígito. Luego de la transitoria caída de la UF en marzo (producto de un IPC negativo en febrero), el indicador volverá a subir y así llegará a casi $ 36 mil el 9 de mayo.
“Un sexto retiro es un factor que viene a tener diversos efectos en la economía. Si hoy día tenemos un ajuste pendiente, porque tenemos un consumo que está por sobre la capacidad de largo plazo, un sexto retiro exacerbaría ese problema en vez de resolverlo, y, por lo tanto, presionaría los precios”, alertó esta semana la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, en el marco de la publicación de un nuevo Informe de Política Monetaria (Ipom), el cual alertó por una mayor “persistencia” inflacionaria a la prevista.
El propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha insistido sobre las implicancia que tienen los retiros sobre la economía y los ciudadanos y ha destacado el “decrecimiento” del apoyo a nuevos desembolsos por parte de los parlamentarios de gobierno.
“El escenario (hoy) es muy distinto, y es distinto porque la ciudadanía y los parlamentarios se han dado cuenta de las consecuencias de los retiros. No se requiere de ningún plan sofisticado. Acá el plan es decir la verdad, actuar con la mayor honestidad posible, de cara a la ciudadanía, aun cuando haya personas que se ilusionen con este tipo de situaciones. Pero creo que es parte de nuestra responsabilidad decir las cosas como son”, afirmó recientemente el ministro a radio ADN.
Menor “tensión” política
Con todo, en el oficialismo estiman que la intensa atención política que han generado los recientes homicidios de carabineros y la agenda de seguridad en el Congreso han puesto en un segundo plano las tensiones por avanzar en nuevos retiros en los fondos de pensiones.
“Hoy la agenda política se está asentando en los temas de seguridad y no en los retiros. La presión por nuevos desembolsos ha descendido de manera ostensible y ese tema no va a mover la aguja. La aguja política la va a mover el tema de seguridad, el que ha copado la agenda”, sostiene un legislador oficialista con cercanía a La Moneda. La misma fuente cree que la cercanía de la votación del 7 de mayo por la elección de los consejeros constitucionales no debiera influir de forma decisiva en el debate por el sexto retiro.
De todas formas, los cálculos oficialistas apuntan a un escenario de votación más estrecho en la Cámara de Diputados respecto del resultado del autopréstamo. A los 39 votos a favor que obtuvo ese proyecto se debieran sumar unos 20 sufragios de apoyo de distintas bancadas al sexto retiro, lo que no lograría por lejos el quórum de 4/7 de la Sala para ser aprobada, estima un legislador oficialista.
A su vez, en la Comisión de Constitución, el paso previó a la votación en la Sala, el apoyo al sexto retiro no debiera superar los tres sufragios (de un total de 13 votos posibles). “Entre abstenciones y rechazos debiera irse con informe negativo a la votación en la Sala”, complementa la misma fuente.
El nudo político
En el mundo político, el proyecto genera reacciones disímiles. Para el nuevo presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, Raúl Leiva (PS), es esperable que incluso antes del 18 de abril se presenten diversos proyectos de retiros de los fondos de pensiones, aún cuando sólo pueden ser discutidos a partir de ese día formalmente, cuando se cumple un año del último proyecto rechazado y termina la veda legislativa sobre la materia. En su opinión, el cúmulo de proyectos debieran fusionarse inmediatamente para ser discutidos en la misma instancia.
Si bien no declara abiertamente su postura frente al sexto retiro, recuerda que votó en contra del quinto desembolso previsional y el autopréstamo. “Prefiero ser impopular y serio a ser irresponsable”, consigna Leiva, quien reconoce el efecto “perverso” de los retiros en la inflación.
“Soy partidario de que este tema se vote lo antes posible, sin dilatarlos, porque hay que dar señales a la economía. Sin embargo, esto tampoco es una olla a presión. El proceso legislativo tiene una tramitación que es necesario respetar”, sostiene Leiva, quien es el encargado de poner en tabla los proyectos en la Comisión de Constitución.
En el Frente Amplio hay señales de un mayoritario respaldo a la postura de gobierno de rechazar nuevos retiros desde los fondos de pensiones. Mientras el diputado Gonzalo Winter (CS), miembro de la Comisión de Constitución, afirma que votará en contra del sexto intento al igual como lo hizo con el autopréstamo y el quinto retiro, su par Jaime Sáez (RD) declara su rechazo a la propuesta.
“Soy contrario a ese tipo de iniciativas. He dicho que ninguna crisis económica puede ser financiada con los ahorros de los trabajadores y trabajadoras del país. Este tipo de políticas generan efectos macroeconómicos tremendamente difíciles de contener (...) Tengo confianza en que dentro del Frente Amplio va a haber una votación disciplinada contraria a esta iniciativa”, sostiene Sáez.
En la oposición reconocen, no obstante, que las votaciones por el sexto retiro se caracterizarán por sufragios distintos al interior de cada bancada, lo que se haría más evidente en la coalición de gobierno. “Tenemos la experiencia de cinco retiros anteriores. Sabemos lo que va a pasar: las bancadas de todo el espectro político van a estar divididas. Por lo tanto, para que esto se rechace, el gobierno tiene que ser capaz de ordenar a sus parlamentarios”, sostuvo a CHV el diputado UDI Guillermo Ramírez.
Cauteloso, el diputado RN Frank Sauerbaum reconoce que en su partido habrá diversas posturas ante el sexto retiro y cree que el gobierno debiera activar ayudas para la clase media y así descomprimir las presiones en el Congreso. “En Renovación Nacional algunos vamos a votar a favor, otros en contra. De todas formas, vamos a esperar a que los proyectos se presenten. El gobierno debiera hacer anuncios de apoyo a la clase media para descomprimir las votaciones”, sostiene.
Para el diputado Miguel Ángel Calisto, ex-DC y actual miembro de la bancada Centro Democrático Unido (CDU) que también integran parlamentarios del PDG, reconoce que existe preocupación por los efectos inflacionarios de los retiros, pero añade que está dispuesto a debatir el tema en el Congreso. “No estoy en contra de la idea de legislar un sexto retiro. Hay que ver la posibilidad de avanzar a un retiro acotado que no sea para gasto corriente, sino para inversión, para comprar una vivienda, de manera de no generar inflación”, sostiene.
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