La Inteligencia Artificial (IA) e Internet of Things (IoT) son dos de las tecnologías que están revolucionando a la industria minera. Cualificar a los trabajadores y fortalecer las telecomunicaciones, están entre los principales desafíos que debe enfrentar el sector.

A mediados del siglo XVIII se comenzó a acuñar el término "revolución industrial" para referirse a la incorporación de tecnología a los procesos de producción. Tras décadas de avance, hoy se está viviendo un nuevo proceso disruptivo en el sector.

Se trata de la cuarta revolución industrial o Industria 4.0, la que está marcada por el uso de Sistemas Ciber-Físicos (SCF), Big Data, IA e Internet de las Cosas, entre otras tecnologías.

Estas dos últimas están impulsando una serie de cambios en la industria minera. Por ejemplo, el monitoreo en tiempo real de la productividad, seguridad de los trabajadores -a través de dispositivos que permiten saber si están en lugares no aptos-, el impacto del medio ambiente y las condiciones en las que están los equipos, reduciendo los gastos que significarían una posterior reparación.

"La innovación tecnológica nos ha permitido explotar minas con baja presencia de mineral. Reservas que antes eran inviables pasan a ser viables, abriendo -de esta manera- oportunidades que antes eran impensadas", comenta Sofía Moreno, gerenta del Consejo de Competencias Mineras (CCM).

El funcionamiento de estas tecnologías permite recoger importantes volúmenes de datos. "Hoy es posible integrar todos los procesos en Centros Integrales de Operación, haciendo más eficiente la productividad global", agrega Moreno.

Sin embargo, son estos mismos datos los que han planteado la problemática de cómo rescatar la información desde diferentes fuentes. Para esto, existe Kinetic, de la empresa global de equipos de telecomunicaciones Cisco, la que permite "procesar la data en cualquier punto de la red, desde el borde hasta en el destino, permitiendo tomar decisiones en el lugar necesario para reducir drásticamente la latencia y haciendo un uso más eficiente de los recursos de transmisión de red", explica Daniel Peña, gerente de Cuentas de Minería de Cisco Chile.

A esto se suma la tecnología implementada por Oracle en nuestro país, la que cuenta con "cascos y pulseras inteligentes que son capaces de entregar información de temperatura ambiental, emisiones de gases, ubicación, golpes y caídas a través de cámaras de vigilancia full HD o 4K con infrarrojo y reconocimiento facial", según comenta Enrique Chang, Suply Chain Regional Director de Oracle.

Nuevas competencias

La resistencia a estos cambios en los procesos productivos, ha estado marcada por la posible sustitución de capital humano. Esto, tras la incorporación de innovaciones que desde el 2000 comenzaron a implementarse a través de la electrónica e informática en la industria minera (ver gráfico).

De hecho, este es uno de los grandes desafíos que debe enfrentar el sector: preparar a su capital humano para enfrentar de manera óptima los nuevos procesos tecnológicos que se avecinan. Es decir, enseñarles a manejar estas innovaciones.

Para lograr ese objetivo, es necesario avanzar en la inclusión de nuevas habilidades, lo que sería clave para lograr cualificar y no reemplazar a los trabajadores. "En el mediano plazo, se requerirán más de 80 nuevas competencias (representando casi un tercio del total identificado en la actualidad) y en el largo plazo, el potencial ajuste requerido podría llegar al 80%", explican desde el Consejo Minero.

El obstáculo, en algunos casos, estaría en las decisiones que deberán tomar las mismas empresas del sector. "Algunos mineros no encuentran el camino claro a la digitalización. Muchos fabricantes son conservadores. Sin embargo, la racionalidad económica debe prevalecer.

Calculamos que la escalabilidad del índice de digitalización se sitúa en 1% y, como resultado, este representa un 0,32% de los factores de la productividad", explica Igor Bogachev, director ejecutivo de ZYFRA Group, proveedor finlandés de soluciones digitales para la industria minera, quien a partir de 2019 abrirá sus operaciones en Latinoamérica a través de su filial VIST.

Otros obstáculos que quedan por resolver están relacionados con el desarrollo y fortalecimiento de algunas áreas clave para esta industria. En ese sentido, contar "con una infraestructura de telecomunicaciones robusta, de alta capacidad y con cobertura en toda la operación, es fundamental para automatizar. Además, falta llegar con fibra y tener buena cobertura inalámbrica en todas las faenas", manifiesta Peña.