Theresa May ha decidido retrasar la votación que estaba agendada para mañana martes 11 de diciembre, en la que se sometería al visto bueno del Parlamento Británico el acuerdo alcanzado por Reino Unido y Bruselas para el Brexit. Una votación para la que por el momento no hay nueva fecha, que podría retrasarse como máximo hasta el próximo 21 de enero.

May ha reconocido este retraso por la posibilidad de que la votación fuera rechazada "por un margen significativo". "Está claro que si bien hay un amplio apoyo para muchas de las claves aspectos del acuerdo, en un tema, el respaldo de Irlanda del Norte, allí sigue siendo una preocupación generalizada y profunda ", afirmó la primera ministra.

Tras conocerse la decisión, y ante un posible escenario incierto, la libra ha ahondado en su caída y baja un 1,4% frente al dólar, y se sitúa en 1,257 dólares, su nivel más bajo desde junio de 2017. La moneda europea baja también frente al euro, un 1,4%, hasta 1,1 euros por libra, el nivel más bajo desde septiembre.

La primera ministra ha insistido en que su objetivo sigue pasando por lograr la aprobación de la Cámara y ha anunciado que en los próximos días se reunirá con otros líderes europeos (el jueves hay Consejo Europeo) para lograr garantías adicionales.

La primera ministra necesita 320 votos para dar luz verde al acuerdo, pero solo cuenta con 315 diputados conservadores, y muchos de ellos habían amenazado con votar en contra por estar en desacuerdo con el texto acordado con Bruselas. Si el Parlamento se niega a ratificar el acuerdo de retirada, el Reino Unido se enfrenta a una salida de la UE sin acuerdo, descontrolada y con consecuencias políticas y económicas imprevisibles.

May ha insistido en que no es posible renegociar el mecanismo de salvaguarda que contempla el acuerdo del Brexit con la Unión Europea.  Desde Bruselas, la Comisión ha insistido hoy que no renegociará las condiciones de la salida de Londres y que el pacto alcanzado "es el único posible".

Poco antes de conocerse la decisión de May, los partidarios de seguir en la Unión Europea recibieron un espaldarazo por parte del Tribunal de Justicia Europeo, que ha sentenciado que Reino Unido podría tomar la decisión de cancelar el Brexit de manera unilateral, sin necesidad de acuerdo de todos los socios europeos.