EL titular dio la vuelta al mundo: "Exmujer de Jeff Bezos donará la mitad de su fortuna a causas y acciones benéficas". Todos nos enteramos de que la abogada de Princeton decidió sumarse al movimiento "The Giving Pledge", compuesto por un grupo de millonarios que se comprometió a donar la mitad de su riqueza a causas benéficas.

En el mundo anglosajón, la decisión de Bezos de publicitar su donación no genera anticuerpos; por el contrario, refuerza una cultura filantrópica que es casi un requisito entre los grandes empresarios de ese mundo y que se encuentra amparada, además, en un cuerpo legislativo y en políticas públicas que la favorecen. En Chile, en cambio, semejante anuncio probablemente no hubiera ocurrido. Quizás sí la donación, pero no su difusión.

En nuestro país seguimos pensando que lo que realiza la mano izquierda no puede saberlo la derecha, actitud que no contribuye a la formación de una cultura filantrópica. Para que esto ocurra se necesita, en primer lugar, de ejemplos y de inspiración, de modo de sensibilizar a la sociedad civil respecto de la importancia de la filantropía en la construcción democrática.

La sociedad también le está exigiendo a la empresa crear valor más allá de su core business. Según un estudio de 2016 de Visión Humana y Empresas Conscientes, las compañías son consideradas actores relevantes para el bienestar y desarrollo de la sociedad por la mayoría de los chilenos, lo que implica expectativas de contribución y buenas prácticas que, para satisfacerse, precisan comunicarse.

Pero la formación de una cultura filantrópica no solo depende del darse a conocer. No se puede soslayar el rol del Estado y de la legislación, aspecto en el que Chile está al debe. De acuerdo a Sylvia Eyzaguirre, investigadora del CEP, es crítico avanzar en el mediano plazo hacia una ley única de donaciones que facilite la filantropía, y también abordar en el corto plazo la eliminación de los onerosos castigos a la donación.

En Chile hay potencial para desarrollar una cultura filantrópica. Según un estudio de la Fundación Trascender y Cadem, si en 2015 solo el 11% de los chilenos declaraba hacer alguna actividad en esa línea, en 2018 la cifra subió a 36%. Desde la Universidad Católica, con Endowment UC estamos decididos a aprovechar este momentum. Con este proyecto buscamos, además de contribuir con recursos para asegurar una mejor universidad para Chile, participar activamente en el desarrollo de una cultura filantrópica que deje de lado las culpas para sentirse bien por hacer el bien.