La pandemia de Covid 19 y las restricciones de viajes golpea con fuerza a las cuentas de IAG, grupo dueño de Iberia, British Airways y Vueling. La compañía ha cerrado el primer trimestre con pérdidas de 1.860 millones de euros, frente al beneficio de 135 millones de igual periodo del año pasado, según los resultados que ha comunicado a la CNMV. A las pérdidas operativas, sobre todo producidas en la segunda quincena de marzo tras el confinamiento, se suma un cargo excepcional de 1.325 millones relacionado con las coberturas de combustible y tipos de cambio.
Sin tener en cuenta partidas excepcionales, las pérdidas ascendieron a 535 millones de euros. Según explica en una nota Willie Walsh, consejero delegado del grupo, la mayor parte de las pérdidas del trimestre ocurrieron durante las dos últimas semanas de marzo. La capacidad operada en el trimestre disminuyó un 10,5% con respecto a 2019.
IAG anuncia que está planificando "un retorno considerable a las operaciones en el mes de julio de 2020 como muy pronto", dependiendo del levantamiento de las medidas de confinamiento y las restricciones a los viajes en todo el mundo. Walsh señala que está trabajando "con varios organismos reguladores y tenemos la convicción de que los cambios en la normativa permitirán un retorno al servicio de manera segura y organizada".
Tal y como anunció previamente, IAG no va a proporcionar previsiones de beneficios para 2020, aunque espera que la pérdida de las operaciones antes de partidas excepcionales en el segundo trimestre sea "considerablemente peor que en el primer trimestre" dado el "descenso sustancial" de la capacidad y tráfico de pasajeros y ello "a pesar de cierto alivio en los costes de personal derivados de los programas de apoyo salarial de los gobiernos y las diversas medidas adoptadas por la dirección": En cuanto a la demanda, el grupo no prevé el nivel de 2019 hasta al menos 2023.
Walsh señala que cuando comenzó la crisis del Covid el grupo contaba "con un balance y una posición de liquidez sólidos". Antes de que se desatara la crisis, IAG contaba con un balance y una liquidez sólidas, con tesorería y líneas de crédito no dispuestas que a 31 de marzo ascendían a 9.500 millones de euros, y a 30 de abril se incrementó hasta los 10.000 millones de euros.
El grupo ha tomado medidas para hacer frente a la situación. Entre otras, incrementar la liquidez acogiéndose a las ayudas del Coronavirus Corporate Finance Facility (CCFF) del Reino Unido y del Instituto de Crédito Oficial de España y prorrogarla línea de crédito renovable de British Airways. Respeto a los costes, para los meses de abril y mayo, se ha reducido el nivel de costes operativos en efectivo desde los 440 millones de euros a la semana en condiciones operativas normales hasta 200 millones de euros a la semana.
Por su parte, la inversión en inmovilizado para el año 2020 se ha reducido en 1.200 millones de euros y la mayor parte de los 3.000 millones de euros restantes “está cubierta con financiación comprometida y acordada”.