Más de la mitad de las pequeñas y medianas empresas europeas dicen que se enfrentan a una bancarrota en el próximo año si los ingresos no repuntan, lo que pone de relieve el alcance del daño causado por la crisis de covid-19.

Una de cada cinco empresas en Italia y Francia anticipa la insolvencia en los próximos seis meses, según una encuesta de McKinsey & Co. realizada en agosto a más de 2.200 pymes en las cinco mayores economías de Europa. Tales negocios son clave para la región, ya que representan más de dos tercios de la fuerza laboral y más de la mitad del valor agregado económico.

La pandemia ha afectado duramente a las empresas europeas, y un 70% ha informado una caída de los ingresos. Ese nivel fue aún mayor en Italia y España, lo que refleja la gravedad de la pandemia y las estrictas medidas de confinamiento en esos países.

Hay poco optimismo, y la gran mayoría califica la economía de débil. Ello está suscitando preocupación sobre los impagos de préstamos y la necesidad de despidos. Los Gobiernos de todos los países encuestados han anunciado ahora un mayor apoyo a los empleos en un intento por limitar el desempleo en medio de un resurgimiento del virus.