Un estudio de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) reveló que a junio de 2020, el 56,85% de los hogares tiene internet fijo residencial.
El análisis da cuenta que las conexiones a fibra óptica se duplicaron en varias comunas del país durante el primer semestre. Las comunas que presentaron los mayores crecimientos son Melipilla, Arica, La Granja, Peñaflor, Tomé, San Antonio, Constitución, Coquimbo, Angol, Peñalolén, Antofagasta y San Ramón.
Zonas críticas y en alerta
El análisis muestra que el despliegue de internet fija se concentra en las principales áreas metropolitanas del país, estas son Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción. Si a estas zonas se suman todas las comunas con más de 200 mil habitantes, da como resultado el 6,8% del territorio nacional, pero que concentra el 76% del total de hogares con internet fija en el país.
Por el contrario, el 93,2% del territorio posee solo un 24% del total de hogares conectados a internet fija.
Por otra parte, de un total de 95 comunas, 23 comunas se encuentran en situación crítica debido a los bajos niveles de conectividad fija que presentan. El listado lo componen las comunas de La Pintana, Cerro Navia, Lo Espejo, San Ramón, Lota, Hualpén, Hualqui, Los Ángeles, Maule, Padre Las Casas, Constitución, Paine, Villarrica, Melipilla, San Carlos, Ovalle, San Vicente, Chillán Viejo, Rengo, Vallenar, Linares, San Antonio y Alto Hospicio.
El catastro también muestra que otras 19 comunas se encuentran en situación de alerta debido a su conectividad fija. Es el caso de Lo Prado, Recoleta, La Granja, San Joaquín, Valparaíso, Concepción, Coronel, Penco, Tomé, Arica, Coquimbo, Rancagua, Puerto Montt, Angol, Talagante, San Fernando, Coyhaique, Buin y San Felipe.
Zonas rurales
Por otro lado, el estudio realizado por Subtel señala que la brecha digital es menor en grandes ciudades y mayor en comunas rurales. No obstante, en el caso de las áreas altamente pobladas la brecha está condicionada en gran parte por los ingresos económicos de las familias.
En esta línea, en el caso del segmento de pueblos y zonas rurales, el análisis es dramático. Por ejemplo, las regiones de Arica y Parinacota, y de Coquimbo presentan muy malos índices de conectividad fuera de sus capitales regionales y ciudades grandes. Entre las razones que se mencionan aparece el bajo número de operadores -en algunos casos presencia de operadores dominantes con casi 100% de las conexiones comunales-, y bajo nivel de ingresos de las comunas.
El catastro muestra que son las excepciones Biobío y Los Ríos, con no tan malos indicadores en comparación con el resto del país, aunque de todas formas presenta bajo o nulo número de operadores en algunas comunas.