La mitad de las pymes siguen financiándose con capital propio
Un estudio realizado a más de 30.000 pymes indicó que, pese a toda la sofisticación del sistema financiero chileno, éste aún no llega masivamente a este segmento, tomando en cuenta que un 45,9%, acudió al capital privado (bancos, financieras, cooperativas, etc.). La anunciada Ley de Pago Oportuno y otras alternativas de financiamiento podrían cambiar el panorama.
Es cosa de buscar por internet la palabra "financiamiento" o "crédito" para ver la gran cantidad de ofertas que existen para las pequeñas y grandes empresas u orientadas al mundo del emprendimiento. La mayoría viene de la banca, para pasar a otro tipo de instrumentos y entidades, incluyendo fondos públicos.
Pero a pesar de ese importante nivel de oferta, según el último Barómetro Pymes que realiza mensualmente la compañía de soluciones financieras para empresas, AVLA, un 46,9% de los encuestados afirman haber utilizado capital propio como principal fuente de financiamiento; mientras que un 45,9%, acudió al capital privado (bancos, financieras, cooperativas, etc.).
De los más de 30.000 encuestados, sólo un 2,7% acudió a familiares y amigos, otro 2,7% al financiamiento público y el restante (1,7%) utilizó financiamiento alternativo, como crowdfunding (ver gráfico). "Los datos revelan que pese a toda la sofisticación del sistema financiero chileno, éste aún no llega masivamente a la pyme", opina Camilo Espinosa, Gerente de Estudios de AVLA.
El informe se realiza según las opiniones de directores, gerentes, subgerentes y profesionales vinculados a la pyme a nivel nacional, con un margen de error teórico, para una muestra finita, del 5,9% al 95% de confianza.
Incluso, hilando más fino, al casi 50% que dijo haber utilizado su propio capital, se les preguntó cuál había sido la razón de utilizar dicha línea de financiamiento. Un 43,1% respondió que lo hizo por el menor costo asociado, mientras que un 42,3% contestó que no pudo acceder a otra fuente de financiamiento, entre otras respuestas. "Las pymes desconfían de los costos del financiamiento privado y tienen también la percepción de que no podrían acceder a otras fuentes, explica Espinosa, y agrega: "La invitación a este segmento de empresas es que evalúen con mayor profundidad las múltiples opciones de financiamiento que hoy existen en el mercado, habiendo muchas de ellas diseñadas justamente para las necesidades de las empresas de menor tamaño".
Por eso que, en ese contexto, la anunciada Ley de Pago Oportuno podría ser un impulso a que la pyme comience a confiar más en la industria financiera. "No hay que olvidar que existen una serie de alternativas más allá de los créditos tradicionales, como el anticipo de facturas con sus pagadores, factoring tradicional o créditos con garantía real", comenta Andrés Prats, gerente general de Fynpal.
Para hacerse una idea, un estudio reciente de la Universidad San Sebastián, indica que la morosidad de las pymes en la Región Metropolitana alcanza niveles cercanos al 50%.
"Para los dueños de estas empresas, recibir 20 días antes el pago significa poder cubrir buena parte de los costos y gastos de un mes completo, y por ende endeudarse menos, y poder destinar recursos a crecer y no solo a 'apagar incendios', agrega Max Errázuriz, gerente general de Valoriza, y agrega: "Las pymes se ven envueltas en una paradoja, en donde a medida que más crecen, más aumentan también sus necesidades de financiamiento y, por ende, su posibilidad de caer en insolvencia o cesación de pagos".
Con respecto al monto promedio al solicitar un financiamiento, según el Barómetro Pymes, un 32,2% ha solicitado entre $5 millones y $20 millones, mientras que en el otro extremo, solo un 3,8% lo ha hecho por más de $500 millones.
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