Tras casi seis horas de negociación, ayer el gobierno y los trabajadores eventuales en paro de Terminal Pacífico Sur (TPS) llegaron a un preacuerdo, para terminar con el conflicto que llegó a su día 33.
El preacuerdo -en el cual el gobierno actuó como intermediario de la empresa ligada a la familia Von Appen- contempla un préstamo, cursos de capacitación, y la constitución de una mesa de trabajo permanente, para realizar mejoras legislativas a los modelos de contratación de los trabajadores portuarios. Sin embargo, la oferta debe ser aún aprobada hoy por la asamblea de trabajadores paralizados.
El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, indicó que "este acuerdo va a permitir que los trabajadores puedan volver a trabajar(...). Es necesario modernizar las estructuras, los derechos y las condiciones con que muchos trabajadores del sector portuario hoy se desempeñan".
En tanto, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, indicó que "creemos que hay modificaciones que hacer y perfeccionamiento en la forma de relacionarnos con los concesionarios de los puertos".
Uno de los puntos clave y nuevo de la oferta son los cursos de capacitación en seguridad, los que implicarían un costo fiscal asociado al pago mensual, de cerca de $250 mil, que recibe cada trabajador por la asistencia a estas capacitaciones.
Además, habría una gift card -a costo de la empresa- de $250 mil y $600 mil en un préstamo blando.
El vocero de los trabajadores de TPS, Pablo Klimpel, afirmó que "hemos logrado poner temas de fondo y de corto plazo" y agregó que "la última palabra la va a tener nuestra asamblea el día de mañana (hoy)".
Movimientos del gobierno. La previa de este acuerdo se comenzó a gestar más temprano en La Moneda. Cerca del mediodía llegaron a Palacio los ministros del Trabajo y de Transportes, para reunirse con el Presidente Sebastián Piñera para abordar el paro portuario de la empresa TPS.
A la cita también fue convocada la ministra de la Segegob, Cecilia Pérez.
Así, el Mandatario si bien ha estado monitoreando el tema desde su inicio, ayer intervino, luego de que se registraran violentas manifestaciones durante la madrugada del martes -que terminaron con 16 detenidos- y la advertencia de que se sumen otros puertos del país a las movilizaciones.
De hecho, desde el tercer turno del lunes (que se inicia a las 23.00 horas y se extiende hasta las 7.00 horas) trabajadores eventuales de 13 puertos del país paralizaron en solidaridad con los portuarios de TPS, amenazando con extender las movilizaciones si es que la empresa no se sienta a conversar.
Por lo mismo, el gobierno decidió intervenir nuevamente para destrabar el conflicto en el Puerto de Valparaíso, considerando además que el comercio exterior en el país depende en un 80% del transporte marítimo.
En el encuentro, según asistentes, el Mandatario les pidió a los secretarios de Estado que haya celeridad para resolver el problema lo antes posible y les dio instrucciones para la reunión que, más tarde, encabezarían los ministros Monckeberg y Hutt con Klimpel y otros dirigentes, en el Ministerio del Trabajo, encuentro que finalmente logró el preacuerdo antes señalado.
En La Moneda afirman que han estado monitoreando constantemente el tema desde hace tres semanas, y que se "encendieron las alarmas" debido a que, a su juicio, escaló el conflicto debido a la "intransigencia" que mostraron los trabajadores durante la madrugada del martes en el marco de las movilizaciones.
Las mismas fuentes dicen que Hutt y Monckeberg han sido los encargados de llevar adelante las negociaciones, y que la ministra Pérez y el titular del Interior, Andrés Chadwick, han estado dándole seguimiento a los avances de las tratativas en la materia. De hecho, según fuentes de Palacio, la ministra Pérez se mantuvo en contacto durante toda la tarde con el ministro Monckeberg.
En La Moneda afirman que las conversaciones entre la empresa y los trabajadores apuntan a encauzar el tema para llegar a un acuerdo con celeridad debido a que se vienen las fiestas de fin de año, donde Valparaíso es un destino turístico relevante.
En ese sentido, sostienen las mismas fuentes, que junto con evitar que se produzca un daño "a la imagen internacional" de Valparaíso, también hay un factor económico relevante por los puertos y el perjuicio que significa para el comercio.
En medio de esto, Chadwick, desde el Congreso en Valparaíso, se refirió ayer más temprano al conflicto y afirmó que "nosotros como gobierno, y así lo ha señalado la ministra de Transportes, ha estado haciendo siempre un llamado a todos para efectos de solucionar un tema laboral que se da entre privados, pero obviamente los puertos son muy importantes y por eso es que el gobierno ha estado no solo llamando, sino que también buscando todas las formas de colaboración para que este conflicto laboral termine a la brevedad posible, el país lo necesita".