Mayor inversión, un cambio en la estrategia de saneamiento del terreno en que se emplazarán las obras y compromisos ambientales voluntarios, son parte de los ajustes que Empresas Copec, a través de su filial Inmobiliaria, realizó al megaproyecto La Salinas, en Viña del Mar, a fin de entregar mayor viabilidad a la tramitación ambiental de la iniciativa, que ha sufrido una serie de revés en esta instancia de revisión.
La compañía sigue firme con su plan de levantar el complejo inmobiliario, cuya inversión ronda en los US$800 millones, en un terreno de 16 hectáreas. Pero para sacar adelante la iniciativa, antes debe concluir la última etapa del proceso de remediación del paño que posee y que usara Empresas Copec, Shell, Sonaco y Esso para el almacenamiento de combustible, por más de 85 años.
Según la memoria 2017 de Copec, el plan es desarrollar en este lugar el primer barrio sustentable certificado del país, con espacios de uso público, como parques, paseos, distintos tipos de servicios.
Este paso es crucial para asegurar que la construcción del proyecto no represente riesgos para la salud de las personas. Esta vez, la empresa propuso a la autoridad ambiental una nueva solución de descontaminación del suelo, cuyo diseño es fruto de un trabajo de varios meses, proceso que contó con la participación de diversos especialistas, nacionales y extranjeros, quienes conformaron un comité científico.
Según el nuevo documento ingresado al SEA, a diferencia del proyecto presentado en marzo del año pasado, el saneamiento del terreno será mediante un proceso de bioremediación de suelos y aguas subterráneas, basado en una "Evaluación de Riesgo para la Salud Humana" (HHRA, por sus siglas en inglés), metodología que consideró los usos futuros potenciales permitidos, como área verde, residencial, comercial y de equipamiento, entre otros.
Esta nueva estrategia de descontaminación para avanzar en la iniciativa, significará una inversión por parte de la inmobiliaria de US$55 millones, superior a la que demandaba el proyecto de saneamiento presentado en 2017, de US$41 millones.
En aquella ocasión, la autoridad ambiental de Valparaíso puso término anticipado al proceso de tramitación de la iniciativa, por falta de información crucial relacionada con el transporte de la tierra calificada como peligrosa, la que sería llevada por la empresa hacia San Felipe y Quillota.Pero para la empresa, la nueva metodología de recuperación del terreno que ahora empleará se hace cargo de aquellos impactos.
La compañía también desarrolló un proceso de Participación Ciudadana Anticipada (PACA) en forma previa al ingreso del proyecto al SEA.
De acuerdo al cronograma propuesto en el documento, la compañía proyecta iniciar las obras de saneamiento de la primera parte del terreno, que está ubicado específicamente frente a los sectores de playa conocidos como Los Marineros y Playa Blanca, en marzo de 2020. Todo ello, dependiendo de la obtención del RCA.