La Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizó el miércoles a China a imponer aranceles compensatorios por valor de US$ 645 millones contra Estados Unidos, en una resolución que probablemente tendrá una fría acogida en Washington.

China acudió a la OMC en 2012 para impugnar los aranceles antisubvenciones que Estados Unidos impuso entre 2008 y 2012, principalmente durante el mandato del presidente estadounidense Barack Obama, a 22 productos chinos que van desde paneles solares hasta alambre de acero.

Barack Obama

El caso de una década sobre supuestas subvenciones se ha centrado en si Estados Unidos puede tratar a las empresas chinas en las que el gobierno posee una participación mayoritaria como controladas por el Estado.

Los funcionarios estadounidenses han argumentado que China se beneficia de un trato más fácil en la OMC, mientras subvenciona productos manufacturados y los introduce en los mercados mundiales.

En un principio, China había solicitado al panel de la OMC, compuesto por tres personas, que le concediera el derecho a imponer aranceles a US$ 2.400 millones de productos estadounidenses.

El laudo se ve empequeñecido por los aranceles estadounidenses sobre más de US$ 300.000 millones de productos chinos impuestos por el anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la mayoría de los cuales siguen vigentes.

Sin embargo, es otra victoria simbólica para Pekín en el organismo comercial con sede en Ginebra. En noviembre de 2019, la OMC concedió a China el derecho a imponer aranceles de represalia por valor de US$ 3.580 millones, tras encontrar fallos en la forma en que Washington determina si los productos chinos son objeto de dumping en el mercado estadounidense.