La pausada llegada de los petrodólares: El avance de la inversión de los países del Golfo Pérsico en Chile

Dubai
Dubai es un centro comercial de los Emiratos Árabes Unidos.

Pese al arribo de Aramco al país, y a estar presentes en proyectos como el MUT de Tobalaba, no existe una estadística formal de cuántos recursos se han canalizado desde esos estados árabes, que poseen cuantiosos fondos soberanos que buscan iniciativas atractivas donde rentabilizarlos mejor. El viaje del Presidente Boric a Emiratos Árabes Unidos en noviembre pasado se ve como un paso para estrechar la relación y elevar dichas inversiones, que hasta ahora han sido millonarias pero puntuales.


En 1988, un hombre de negocios emiratí llamado Abdullah Hasan Yabroudi se aventuró a formar una constructora e inmobiliaria en Chile: Development & Contracting Company S.A. Utilizó las mismas iniciales que la empresa familiar en Dubái, DCC (Dubai Contracting Company). Actualmente, DCC es un enorme grupo inmobiliario en Emiratos Árabes Unidos y su unidad en Chile cuenta con cuatro edificios en Santiago, uno en Ñuñoa y tres en Providencia, y uno en venta en Viña del Mar.

Hace dos años, un desconocido empresario árabe estuvo conociendo fundos en el sur, porque estaba en busca de campos ganaderos. Terminó comprando un gran terreno con vacas lecheras en la orilla oriente del lago Llanquihue por el que pagó, según conocedores del negocio en la zona, cerca de $2 mil millones.

Así, esporádicas, han sido las inversiones de los países del Golfo Pérsico en Chile. Y si bien ha habido operaciones mayores, multimillonarias incluso, todavía es un avance pausado. Se observa más presencia e interés, pero todavía lejos, por ejemplo, de la arremetida de inversión española que hubo en su momento, en telecomunicaciones, energía e infraestructura, o la actual ola de inversión china.

Estos países árabes cuentan con enormes recursos, proveniente principalmente de la explotación petrolera, que buscan destinos para ser rentabilizados. Y en la atracción de ellos, otras naciones latinoamericanas, antes que Chile, han ido estrechando lazos diplomáticos, con el objetivo de entrar en el radar de las monarquías que los gobiernan.

Sectores y operaciones

Los países árabes que rodean el Golfo Pérsico son políticamente monarquías dinásticas, gobernadas por familias regentes, que han generado fortunas billonarias gracias al petróleo. Buena parte de estos patrimonios se han acumulado en fondos soberanos que cuentan con miles de millones de dólares para invertir.

Estos países son Arabia Saudita, el de mayor superficie y cuya familia regente es Al Saúd; Kuwait, cuyo clan gobernante es la dinastía Al Sabah; Qatar, cuya familia regente es Al Thani, y Emiratos Árabes Unidos (una federación de siete emiratos, donde los más relevantes son Abu Dabi y Dubái, cuyas familias regentes son los Al Nahyan y los Al Maktoum, respectivamente).

Según un ranking de los 104 mayores fondos soberanos globales realizado por el Center for the Governance of Change de IE University e ICEX-Invest in Spain, el mayor fondo soberano del mundo es el Government Pension Fund Global de Noruega, con US$ 1,779 billones de dólares en activos, seguido por dos fondos chinos: China Investment Corporation (CIC), con US$ 1,332 billones, y State Administration Foreign Exchange (SAFE), con US$ 1,098 billones.

De allí en adelante, 11 de los 25 mayores fondos soberanos globales les pertenecen a estas monarquías.

El mayor fondo de los países árabes es el Abu Dhabi Investment Authority, que posee US$ 993 mil millones para invertir. Luego está el Public Investment Fund de Arabia Saudita, con US$ 978 mil millones, seguido por el Kuwait Investment Authority, de US$ 969 mil millones, el fondo Qatar Investment Authority de US$ 510 mil millones, y el también saudí Saudi Arabian Monetary Authority, de US$ 469 mil millones.

Solo estos cinco fondos equivalen al PIB total de todos los países de Sudamérica.

“Las inversiones árabes provienen de los fondos soberanos de los países del Golfo que buscan oportunidades de negocios de manera global. Saben muy bien dónde invertir, tienen grandes equipos, muy profesionales para ello, e históricamente las inversiones árabes han sido de portafolio, es decir, participaciones accionarias en diversas empresas, no ha sido inversión extranjera directa fresca”, resume Jorge Dacarett, exembajador de Chile en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y director ejecutivo de la consultora ChileArab Advisors, que se ha dedicado a vincular a Chile con los inversionistas de Medio Oriente.

Según los especialistas, el interés de los árabes es bastante focalizado. Tienen tres áreas principales: energía, seguridad alimentaria e infraestructura. En lo primero, porque trabajan en su transición de exportación de hidrocarburos a energías renovables e insumos para la electromovilidad. Y en lo segundo, optan por la compra de empresas productivas de alimentos, y luego en logística e infraestructura para la exportación de alimentos.

“Hay que destacar el sector infraestructura, con la desalinización, por ejemplo. Ya que Arabia Saudita es el país que más desaliniza agua en el mundo, y al menor costo. Tienen tecnología de punta”, resalta Nicolás Manzur, director ejecutivo de la Cámara Chileno-Árabe de Comercio e Inversiones (Camcha). “El sector alimentos tiene prioridad para los países del Golfo, ya que ellos deben importar casi todo lo que consumen”, agrega. “Han declarado interés varias veces en inversiones en minería, especialmente cobre y litio, para la transición energética, donde países árabes están en la cima de la innovación mundial para las energías verdes”, puntualiza.

Y a rubros como estos es donde han llegado inversiones árabes a Chile. Aunque hasta ahora han sido puntuales, han representado varias decenas y hasta centenares de millones de dólares, especialmente en la década reciente.

La última gran transacción ocurrió en septiembre pasado. Y fue en el rubro energético. Se trató de la adquisición de la red de gasolineras que operaba bajo la marca Petrobras por parte de Aramco, la mayor petrolera del mundo y perteneciente a la familia real saudí, en un monto que no fue informado, pero que se calculó en su momento en más de US$ 400 millones.

Latam
Qatar Airways es propietaria del 10% de Latam Arilines desde fines de 2016.

La primera, hace casi 10 años, fue la compra en 2016 del 20% del negocio de autopistas de la española Abertis, Vías Chile, por el fondo soberano ADIA de Abu Dabi, en más de US$ 500 millones. Y a fines de ese mismo año, Qatar Airways adquirió el 10% de Latam Airlines, en cerca de US$ 600 millones.

Otro proyecto donde participan como accionistas, y que se sale un poco del marco estratégico antes descrito, es el mall Mercado Urbano Tobalaba (MUT), al que el fondo Abu Dabi Investment Authority ingresó con un 80% de la propiedad, en una iniciativa que costó cerca de US$ 500 millones.

Mercado Urbano Tobalaba
Capitales árabes están presentes en Mercado Urbano Tobalaba.

Dentro de estos rubros estratégicos sí estuvo la compra, en 2019, del negocio de puertos del grupo Matte, Puertos y Logística S.A. (Pulogsa, que incluía los terminales Central de San Antonio y Lirquén), por parte de DP World, la compañía portuaria de Dubái y quinto operador del mundo, en US$ 502 millones.

Y en ese marco también estuvo la adquisición de Verfrut, la exportadora frutícola fundada por la familia Vercellino, por parte de la multinacional Unifrutti, propiedad del fondo de inversión ADQ de Abu Dabi, en más de US$ 680 millones, en enero de 2024.

Hay otras dos inversiones mayores que vinieron de EAU, pero que no correspondieron a empresarios ni fondos árabes. Se trató de la compra de la frutícola Fresh del Monte por el palestino residente en Dubái Mohammed Abu-Ghazaleh, allá por 1996, y el grupo paquistaní Abraaj Group, también con base en Dubái, pero que sucumbió en medio de un escándalo en 2022, que en 2017 adquirió la cadena de tiendas de decoración Casa Ideas, vendiéndola al año siguiente.

Verfrut
Verfrut es una frutícola fundada por la familia Vercellino, por parte de la multinacional Unifrutti,

Lo que falta

Las estadísticas del Banco Central y de InvestChile no desglosan las inversiones históricas realizadas por los países árabes en Chile.

El último informe, correspondiente al año 2024, fue la primera vez que la cartera de proyectos de InvestChile contó con proyectos provenientes de Arabia Saudita, con una inversión potencial de US$ 1.400 millones, pero cuyas iniciativas no detalla, aunque está asociada a infraestructura. Ese monto debiera considerar también el ingreso de Aramco.

Los expertos consideran la lejanía geográfica como un inconveniente a la hora de promover mayores inversiones de las naciones del Golfo Pérsico en nuestro país.

“La principal desventaja es que Chile es el país que les queda más lejos en el mundo a los países árabes. Por ejemplo, de tener un vuelo directo Dubái-Santiago, sería el vuelo más largo del mundo”, comenta Manzur, de Camcha.

Pero más importante aún pareciera ser la lejanía en lo diplomático. Chile solo tiene una embajada en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) para cubrir todos esos países. Mientras que Arabia Saudita sí tiene embajada en nuestro país, lo mismo que los EAU. Se espera que este año Chile abra su legación en el país saudí. Qatar no tiene presencia en Chile y recién hubo un acercamiento de consultas políticas. Kuwait cerró su embajada en el país debido a un reordenamiento de sus legaciones en el exterior, pero en medio de acusaciones de precariedad laboral de sus trabajadores, por lo que es poco probable una reapertura próxima.

“Una condición sine qua non de las inversiones árabes es el aval del Estado: que el Estado esté de acuerdo, pues sus inversiones provienen de fondos soberanos, por lo que no se van a meter donde no los llaman”, explica Dacarett.

Boric en EAU
El Mandatario Gabriel Boric fue recibido por el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed Al Nahayan.

Y por eso la visita realizada por el Presidente Gabriel Boric a los EAU en noviembre pasado, la primera vez que un mandatario chileno en ejercicio viaja al Golfo Pérsico, fue una importante señal en cuanto al interés que Chile puede mostrar en la inversión árabe. En ese marco, el Acuerdo Integral de Asociación Económica suscrito por Chile y los emiratos en dicha ocasión, es “fundamental” a juicio de Dacarett, pues cree que debería abrir la puerta para inversiones directas de esas naciones en Chile.

Al respecto, Dacarett advierte que otros países latinoamericanos como Costa Rica, Colombia y Uruguay llevan camino recorrido en su relación con estas monarquías árabes, pues han realizado visitas ministeriales permanentes con objetivos concretos de inversión que van a presentar a los jeques.

“Chile ha estado muy centrado en el Asia Pacífico y al Golfo no lo ha mirado. Recién está empezando a mirar seriamente el Golfo y la potencialidad de inversión que tiene”, señala Dacarett. “Y a ellos les gusta Chile. Como todos estudiaron en universidades importantes de Estados Unidos, conocieron a Chile como el caso de éxito en América Latina, entonces tienen a Chile en el top of mind”, asegura.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.