La pelea por el Movistar Arena
Se está fraguando en varios planos. Mientras la familia Hiller y Bizarro luchan por extender la concesión del recinto, que vence en 2024, a raíz del Covid, grandes actores del mundo del espectáculo miran con interés el activo. La Dirección de Concesiones ya dijo que no entregará más plazo al actual operador. Aun más, fijó para 2023 el inicio de la próxima licitación y explicitó incluso la inversión requerida. Sin embargo, la disputa escaló. Y seguirá judicializándose de ser necesario. Los actuales operadores no prevén soltar el Movistar en el corto plazo... mientras el MOP ya delinea las bases del nuevo proceso.
Ya está en carpeta. El pipeline de proyectos de la Dirección de Concesiones lo incluyó claramente. La licitación de la segunda concesión para el llamado Estadio Techado Parque O’Higgins aparece agendada para 2023. Y augura ser altamente competitiva. El conocido Movistar Arena saldrá otra vez a ofrecerse al mercado. “La cartera de proyectos a licitar para el período 2022-2026 contempla para el 2023 el llamado para su segunda concesión”, refrendan desde el MOP. Una cuyo monto de inversión -destacan en el Ejecutivo- está fijado en US$29 millones. “Todos los actores vinculados al espectáculo están en espera de participar en este proceso”, precisa un empresario del sector. Un proceso que, sin embargo, el actual operador pretende detener.
Fue en 2004 cuando el Consorcio Arena Bicentenario -vinculado a Peter Hiller- se adjudicó el antiguo estadio del parque. Dado el bajo conocimiento que había del negocio, no hubo más postores. Debía hacerse un inmueble prácticamente de cero y el MOP entregó un subsidio a esa construcción. Las bases establecían que el interesado debía pedir menos de 30.000 UF. El Consorcio de Hiller solicitó 28.882 UF. El presupuesto oficial estimado fue de 288.820 UF más IVA. Bueno, esa concesión finaliza, o debiera finalizar, el 3 de septiembre de 2024, una fecha que para la Dirección de Concesiones está a firme. Sin embargo, para la sociedad controladora actual -que desde 2021 es BE Live Entertainment Group, controlada en 84% por el grupo Hiller, y en 16% por Alfredo Alonso y Jaime Villalobos, de Bizarro Producciones- no será así. Hoy están peleando que se les extienda ese plazo por la pausa en la operativa que generó la pandemia del Covid-19.
El 27 de julio del 2021, Arena Bicentenario pidió al MOP extender el período de operación. Subrayaron que como están sujetos a la antigua Ley de Concesiones, en la cual no se establece que los privados deban incorporar como riesgo eventos sobrevinientes como la pandemia -como sí se indica ahora-, exigían que se tomara la crisis sanitaria como algo no previsto que cambiaba el escenario inicial. “Entendemos existen argumentos para ello”, destacan personas ligadas al actual concesionario. Según los balances que reporta el operador a la Dirección de Concesiones, en 2019 los ingresos superaban los $7.156 millones, y en 2020 cayeron a $2.975 millones. En 2021 ascendieron a un leve $2.572 millones. Y hasta julio de 2022, sumaban $3.619 millones, bastante mejor que el desempeño de hace un par de años, pero aún lejos de la prepandemia. En 2020 hicieron apenas 10 eventos y tuvieron 15 días de ocupación. El 2021 fueron 17 shows. A julio de 2022 ya llevan 53, y 112 días ocupados. Datos de 2018 dan cuenta de cerca de 100 shows anuales en el ejercicio.
Más allá de estos datos, el MOP es claro: “La Dirección General de Concesiones de Obras Públicas ha dado respuesta formal al concesionario, indicando que, de acuerdo a las bases de licitación, no corresponde un aumento de plazo u otra vía de compensación por las disminuciones de ingresos por la pandemia de Covid que esta aduce como causales”, indican a Pulso.
Dado esta negativa, hoy el diferendo está en la Comisión Conciliadora -el ex panel técnico de la normativa anterior-, revelan cercanos al concesionario. Una instancia previa a la Comisión Arbitral. Esta primera etapa estaría recién en proceso de formación. De hecho, en la Dirección de Concesiones aseguran: “Hasta el momento no hemos sido notificados de que la concesionaria hubiera recurrido a la Comisión Conciliadora”. Desde el otro lado aseveran que sí, que la instancia ya está en marcha.
Conocedores del proceso estiman que la resolución de ello debiera salir hacia fin de año, una vez que se resuelva la discrepancia que mantiene el MOP con Nueva Pudahuel. Ese fallo debiera ser la base para el resto.
La idea del concesionario de Movistar Arena es obtener dos a tres años más de operación.
En el intertanto, las bases para la licitación ya se están trabajando. El MOP ya ha solicitado información para avanzar y que calcen los plazos, ya que deben ser visadas por Contraloría. El proceso se abre formalmente cuando se publica el llamado en el Diario Oficial.
Un activo que atrae operadores
El Movistar Arena es uno de los principales recintos de la capital para grandes espectáculos y no hay ninguno nuevo en marcha. Publicitado fue el nuevo Arena que se levantaría en el Estadio Nacional, sin embargo, esté quedó en nada. La oposición de organizaciones de Derechos Humanos, además de la negativa del municipio y la estrechez en los plazos, hicieron que hasta la fecha no avanzara. Por ese recinto estaban interesados más de 15 actores, entre ellos el exdirector ejecutivo de Canal 13, David Belmar, junto al fondo Alza y el mayor operador de arenas del mundo, ASM Global; DG Medios; los organizadores de Rock in Río Santiago, y la principal firma promotora de conciertos independientes de Latinoamérica, Move Concerts; Lotus, entre otros.
Ahora, sin ese proyecto en camino, los ojos se han desviado hacia el Movistar... aunque ahora las exigencias para el nuevo operador serían distintas. Primero, el monto a pagar al Estado será mayor. El acuerdo original con el Consorcio Arena Bicentenario establece un pago fijo al MOP de UF 1.200 al año, además de un porcentaje de los ingresos en UF, cifra que depende de las ventas y el número de asistentes por año. “La concesión fue superdesfavorable para el gobierno; como no había Arenas, no habían ejemplos, se pecó de inexpertos”, precisa un exfuncionario gubernamental. De hecho, al poco tiempo de ganada la concesión -en 2008-, el grupo Hiller cerró un acuerdo con Movistar para ser el nombre del inmueble. Solo por ese contrato obtienen unos US$2 millones al año.
Aparejado a más recursos para el Estado, el objetivo sería darle una mayor importancia al deporte. Hoy el Movistar Arena está orientado básicamente a eventos masivos. El recinto, no obstante, es propiedad del Instituto Nacional del Deporte (IND), pero es administrado por la Dirección de Concesiones. Según las bases de 2004, el IND sólo puede usar el recinto gratuitamente los 18, 19 y 20 de septiembre, fechas complejas para cualquier tipo de actividad, dado que son las celebraciones de Fiestas Patrias. Y diez días en el año, pero que deben cancelar. Tal es así que el preolímpico de Voleibol de 2020 se debió hacer en el Arena Monticello, por el alto valor que debían pagar al complejo del Parque O’Higgins.
La idea ahora es que eso cambie. De hecho, en el gobierno anterior hubo oficios y cartas desde el Ministerio del Deporte al MOP para que el Movistar Arena volviera a su administración. La ley del Deporte permite concesionar recintos, pero con una lógica deportiva... y esa era la idea. Tal traspaso quedó en nada. El Arena del Estadio Nacional, en tanto, estaba siendo licitado por Deporte y ahí la idea era que un 50% se destinara al deporte -por ejemplos, a las finales de las ligas de básquetbol, voleibol, etc.- y el resto, a otros eventos. La idea para el nuevo Movistar sería levemente diferente: se habla de entre un 20% a un 30% exclusivamente para actividades deportivas.
De hecho, la sociedad operadora del Movistar Arena ofreció el año pasado levantar un centro de entrenamiento para la gimnasia en el área de concesión del Parque O’Higgins, a cambio de la extensión del contrato. La iniciativa fue respaldada por el Ministerio del Deporte del gobierno anterior, como una forma de dejar un legado para el deporte y que se utilizara para los Panamericanos de 2023. “Pensábamos que el operador de esa concesión pudiera construir recintos deportivos al lado, o salas de entrenamiento”, señalan fuentes de aquella época. “Le hicimos saber a la directora de concesiones que hoy el Movistar es el ejemplo de la mala concesión para el deporte”, añade. El MOP lo estudió -dicen participantes de ese proceso- y la oferta no les hizo sentido. Se rechazó.
“En su minuto, cuando se licitó se necesitaba un privado que lo construyera, y hoy ya está. Ahora esa misma plata de inversión puede ir al deporte, con nueva infraestructura, becas, etc.”, sostienen cercanos al Movistar. Hoy, el complejo del Parque O’Higgins -se lee en el díptico de la concesión- incluye una superficie de 44.000 m2. El Arena central dispone de tribunas con una capacidad para 12.000 espectadores. Cuenta con cinco salones, canchas, terraza de 900 m2, anfiteatro al aire libre con capacidad para 180 personas y dos canchas multipropósito.
El MOP ya estableció un monto a desembolsar para quienes se adjudiquen el recinto. Hablan de US$29 millones que inicialmente irían en parte a comprometer obras para el deporte. “La iniciativa busca incorporar mejoras en la infraestructura y equipamiento del recinto para realizar eventos de mayor envergadura y seguir ofreciendo un espacio de primera calidad para el público de la Región Metropolitana”, se lee en la cartera de proyectos de la Dirección de Concesiones.
Uno de los ejecutivos que estuvo interesado en desarrollar el Arena del Estadio Nacional sostiene, sin embargo, que para que el Movistar Arena esté a la altura de los grandes Arenas del mundo habría que hacerlo de nuevo. “Cuando uno visita las arenas alrededor del mundo se nota la diferencia con el Arena que tenemos”, dice. “El Movistar -agrega- es una instalación que tiene veinte y tantos años. Todo evoluciona y hoy para elevarlo a los estándares actuales. Ejemplifica con el hecho de que los más modernos tienen graderías retráctiles, pantallas colgando para apoyar el deporte, salas de distintos tamaños y lugares al interior para la preparación de los deportistas, entre otras cosas.
Otra fuente del mundo de los espectáculos precisa que más allá de ello, el hecho de ser hoy el centro cubierto para eventos masivos más importante del país -como lo define la Dirección de Concesiones- causa un interés inmediato. “No hay ningún actor del rubro de los eventos que no esté atento a ese proceso”, subrayan fuentes de esa industria. Y de hecho el apoyo al deporte -agregan- se puede compensar incluso aportando recursos a, por ejemplo, fútbol formativo u otras disciplinas.
Pese a todos ello, altas fuentes de la sociedad concesionaria actual aseguran estar confiados en que seguirán a cargo. Insisten en que llegarán hasta las últimas instancias para poder continuar con la concesión. “Confiamos en llegar a un acuerdo en este proceso. Es de toda justicia y en su defecto confiamos en que la orgánica resolverá a nuestro favor”, destacan. No soltarán el Movistar Arena fácilmente.
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