Además de la venta del 24% de la minera SQM al grupo chino Tianqi, se pensaba que el gran negocio de este año en Chile era la venta de la salmonera AquaChile, ligada a las familias Puchi y Fischer, a Agrosuper de Gonzalo Vial, en US$ 850 millones. Eso hasta esta semana, cuando otra salmonera, Australis Seafoods, controlada por Isidoro Quiroga (67), anunció que llegó a un acuerdo para ser vendida al grupo chino Joyvio en unos US$ 880 millones.

Negocio redondo..., dado que la firma de Quiroga es más pequeña y se venderá más cara, con un premio del orden de 37% en su precio, versus el 15% que recibirán los accionistas de AquaChile. Australis es la séptima salmonera local más relevante en cuanto a sus envíos al exterior, tuvo ingresos ordinarios en 2017 por US$ 399,4 millones, una utilidad de US$ 73,3 millones y este año espera producir 60 mil toneladas, mientras que AquaChile es la segunda firma más grande en exportaciones, anotó ingresos ordinarios en 2017 por US$ 632,7 millones, una utilidad de US$ 58,9 millones y una estimación de producción de unas 96 mil toneladas.

Los compradores son una filial de Legend Holdings Corporation, una compañía financiera que se maneja como inversora de capital privado, conocida por ser la controladora de la tecnológica Lenovo y que en su área de agribusiness ya había comprado una firma de productos del mar en Australia. "Son inversionistas a largo plazo y que apuntan a un mayor consumo de productos sofisticados en China de la mano de la expansión de la riqueza y la clase media en ese país", dice una fuente involucrada en el negocio, quien justifica el atractivo de Australis indicando que "la empresa tiene crecimiento, un equipo consolidado, concesiones controladas y fue la salmonera que más dinero ganó por kilo producido y vendido el año pasado".

Una vez que se concrete esta transacción, el equipo de trabajo de la salmonera se mantendrá y se acordó un periodo de transición en el directorio, por lo que se mantendrían en sus sillas algunos miembros locales.

¿Qué hará Isidoro Quiroga con la liquidez que obtenga? Cercanos aseguran que "conversará las ideas de nuevos negocios con la familia". Distintas fuentes coinciden en que la mayor parte de su dinero lo seguirá invirtiendo en un portafolio diversificado de empresas, aunque no descartan que pueda emprender una nueva aventura industrial. "Él va a morir con las botas puestas en los negocios", resalta un cercano al egresado de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile.

Sus amigos no lo ven lejos de las inversiones o gastándose su fortuna -que con esta operación entraría al top ten del ranking nacional de Forbes-. "Disfruta la vida así, invirtiendo, lo pasa bomba con eso. No descansa. Él lo pasa bien con eso", sostienen.

Origen campesino y gurú de las inversiones

El empresario es oriundo de San Esteban, en las cercanías de Los Andes. Su padre era un agricultor de la zona, que tenía del orden de 20 hectáreas de distintos cultivos.

"Siempre tuvo la intención de salir del negocio agrícola de sus padres", comenta un amigo del empresario. Otras personas que lo conocen lo describen como alguien que no heredó una fortuna y lo catalogan como un "self made man". De todos modos, la agricultura fue su trampolín en los negocios. Al egresar de la universidad fue uno de los pioneros en los cultivos de kiwis en Chile, también incursionó con éxito en el orégano y en las plantaciones en los cerros.

Con el dinero que ganó en esos negocios, se volcó con fuerza hacia la actividad que lo ha hecho millonario: invertir en Bolsa.

En Santiago empezó a apostar fuerte en las empresas que se estaban privatizando del Estado. "Él nunca fue interventor ni trabajó en empresas estatales en la dictadura, como De Andraca en CAP o Ponce en SQM. Él fue inversionista de acciones en empresas como Telefónica, Entel, Endesa, Banco de Chile, SQM y Pilmaiquén", recalca un amigo del empresario.

Otro cercano agrega que tras invertir en empresas chilenas -que rápidamente multiplicaron su valor-, siguió invirtiendo en las bolsas latinoamericanas, donde toda la región estaba caminando hacia el libre mercado, al igual que en Europa del Este y Rusia, donde también puso fichas.

También se ha hecho conocido por comprar grandes cantidades de derechos de agua a lo largo del país. Con esto ha intentado emprender con múltiples proyectos hidroeléctricos, pero que hoy por hoy, con el bajo precio de la energía a nivel local, no tienen prioridad para el empresario. Otras actividades donde se conoce que tiene participación es en firmas de plantaciones y de producción de aceite de oliva en Argentina, en proyectos inmobiliarios como en Valle Escondido y en desarrollos mineros a través de Minera Fuego y otras firmas.

Su círculo de hierro

Alguien que ha trabajado con Quiroga lo describe como "muy inteligente y directo, dice instantáneamente si le gusta o no el negocio que le ofrecen. Y si a él no le gusta un negocio, no hay cómo darlo vuelta en su pensar. Es mucho de tincadas. Tiene muy buenos contactos y amigos".

Justamente, dentro de sus amigos en el mundo de los negocios figuran Julio Ponce y Patricio Contesse, de SQM; Leonidas Vial, de LarrainVial, y los inversionistas José Yuraszeck y Gerardo Jofré, además del director de empresas Hernán Büchi, entre otros.

Büchi es uno de sus hombres de confianza en los negocios. Se conocen desde la universidad, se han acompañado en directorios como en Pilmaiquén y SQM y, además, Büchi trabajaba en el Ministerio de Hacienda en los 80 con una de las dos hermanas de Quiroga, María Victoria, quien es economista y estrecha socia de su hermano. Su otra hermana es María Dolores, más conocida como Lola, quien lo acompaña en los negocios agrícolas.

Un gran amigo es Patricio Contesse, exgerente general de SQM. "Era habitual que almorzaran juntos en el Club de La Unión", afirma alguien que los vio muchas veces. "Isidoro apoyó a Julio Ponce cuando atravesaba un problema financiero grande en SQM y entró a la propiedad de la empresa con un paquete grande de acciones, superior al 1% de la empresa", asegura un conocido de aquellas tratativas.

Con Leonidas Vial el nexo también es profundo. De hecho, Quiroga es un gran cliente de su holding de inversiones, LarrainVial. Es esta la firma que lo asesoró en la venta de Australis al grupo chino. La firma ligada a Vial también invitó este año a Quiroga, junto a un grupo selecto de inversionistas, a un viaje de roadshow en Israel para conocer a fondo y hacer due dilligence de start-ups y compañías tecnológicas de ese país, donde es inversionista al alero de un fondo que tiene LarrainVial con el exdueño de CFR Alejandro Weinstein.

Desde el carbón en Mozambique a los enchufes en EE.UU.

Hoy Quiroga es poco conocido. Pero hace dos décadas lo era aún más. Cultiva un bajo perfil extremo. "Es muy reservado con sus inversiones. Es muy de secretos. Para él la confidencialidad es clave", destacan los que lo conocen.

La forma de operar de Quiroga es a través de su family office, Inversiones Benjamín, donde trabajan sus asesores más cercanos, dos de sus hijos, menores de 30 años: Isidoro y Benjamín, además de ejecutivos como Martín Guiloff. Allí se manejan las inversiones. También cuenta con sociedades off shore o en paraísos fiscales para invertir en el extranjero.

A través de sociedades de este tipo controló una parte relevante de Ukrainian Agrarian Farms Limited, en Ucrania, con derecho a un director. "Ha apostado mucho en los países de Europa del Este y exsoviéticos. Siempre fue muy visionario y se anticipaba a los fenómenos. Apenas cayó la cortina de hierro en Europa empezó a tomar posiciones en negocios de allá. Un gran aliado que lo alentó a invertir en esos países fue su amigo Hernán Büchi, quien estuvo contratado como asesor en distintos países de la ex Unión Soviética que estaban en proceso de liberalizar su economía", detalla un conocedor del empresario.

También estuvo ligado a una minera de carbón listada en Londres que cayó en desgracia y quebró, llamada Beacon Hill Resources y que extraía carbón de Mozambique. "Ha hecho negocios parecidos al de Australis y lo ha hecho calladito. Asimismo, no llora cuando pierde", recalca un cercano.

Una de las últimas inversiones más exitosas y desconocidas del empresario es la de Enphase Energy, una firma listada en la Bolsa de Nueva York dedicada al diseño y fabricación de soluciones de energía doméstica impulsadas por software que abarcan la generación solar, el almacenamiento de energía doméstica y el monitoreo y control basados en la web. Quiroga tiene más de un 10% de la propiedad, donde las acciones han duplicado su valor en el último año.

Otra aventura en mercados poco explorados para chilenos fue Venezuela. Allí fue accionista de Corpbanca en ese país, junto a Álvaro Saieh (cuya familia controla Copesa, que edita La Tercera) y Gerardo Jofré, entre otros socios, donde obtuvo buenos dividendos y rentabilidades antes de salirse del negocio, al inicio de la era presidencial de Hugo Chávez. Alguien que compartió directorios con él asegura que también ha comprado participaciones importantes en generadoras eléctricas brasileñas.

En los negocios también ha vivido desavenencias. "Es un inversionista complicado. Le hizo la vida bien difícil a todo el mundo en Pilmaiquén. Es un tipo de harto carácter para negociar", expresa alguien que lo tuvo como contraparte. Quiroga también tuvo una pelea legal con la minera Anglo American por derechos de agua del río Mapocho.

Pero sin duda que su aventura en la salmonicultura ha sido la más satisfactoria. "Cuando nadie creía en los salmones, él se metió. Es un hombre que va contra la marea y que tiene liquidez. Compra al tronar de los cañones y vende al sonar de los violines", retrata un amigo del empresario.

Un exdirector de la salmonera Australis recuerda que cuando el negocio estaba en crisis "se podría haber pensado que era mejor hacer caer a la empresa, pero él la mantuvo y le metió más de US$ 120 millones en efectivo para mantenerla viva. Y ahora se ven esos resultados. Es una persona muy jugada, de mucho carácter. Le metió plata a la empresa cuando todos estaban vendiendo sus acciones".

Para otra persona que trabajó con él la clave de Quiroga en Australis estuvo en que "él y su hijo se metieron a fondo en la gestión de la empresa y tecnificaron fuertemente a Australis. Incluso, cambiaron dos veces a la gerencia".

Su lado íntimo

Quienes lo conocen como amigo o familiar coinciden en que Quiroga es sencillo, cálido, agradable, cariñoso, generoso e inquieto. Se casó antes de cumplir 40 con su actual pareja, que también es de la zona de Los Andes, con quien tiene seis hijos, la mayoría en el colegio y en la universidad.

Le gustan la nieve y los lagos. Cuando vivía en Los Andes era asiduo al centro invernal de Portillo, pero cuando se vino a Santiago, en 2002, se hizo habitual de La Parva, donde tiene una propiedad. Antes frecuentaba Pucón y Rapel, sin embargo, ahora su destino lacustre está firme en su casa en Panguipulli.

"Le encanta el campo, es muy campechano. A fin de año o cuando empieza la temporada de cosecha, les obsequia a sus amigos una caja de kiwis o uvas de mesa", confidencian amigos del empresario, quienes acotan que le encanta esquiar, juntarse con los amigos a veranear en sus casas, ir a ver a la selección nacional de fútbol y asistir a veces a la ópera.

Es partidario de Piñera, pese a que alguna vez se reunió junto a una comitiva de empresarios con Ricardo Lagos. "No es tan político, pero tiene relaciones y amistades con personalidades de bandos de derecha y también de centro", afirman quienes lo conocen.

Amigos lo describen como "un hombre divertido, muy humano, inteligente y bueno para hacerse el tonto". Otro agrega que "si uno le pregunta cómo está, él siempre responde 'excelente'. Pueden estar desmoronándose los mercados, pero él siempre está contento, alegre y con el chiste a flor de piel".

Por estos días la vida le sonríe a Isidoro, a quien los amigos lo molestan diciéndole Eliodoro, comparándolo con Eliodoro Matte, por su riqueza.