El CEO del Grupo Rio Tinto, Jean-Sebastien Jacques, dejará al gigante minero a causa de la creciente presión de los inversionistas por la deficiente respuesta a la destrucción de antigüedades del patrimonio aborigen en Australia.

El cambio llega pocas semanas después de que el presidente Simon Thompson afirmara que Jacques tenía el respaldo de la junta.

También saldrán de la empresa Chris Salisbury, CEO de la unidad de mineral de hierro, y Simone Niven, ejecutiva del grupo de relaciones corporativas, también saldrá. Jacques permanecerá en su puesto hasta que se nombre sucesor, con marzo como fecha límite.

Las conversaciones con un grupo de 75 inversores y con representantes de la comunidad indígena dejaron clara la insatisfacción con las medidas adoptadas por la minera

El origen del caso se remonta a la destrucción de dos refugios de roca utilizados por los aborígenes australianos hace 46.000 años, que estaban entre las principales referencias arquelógicas del país. Rio Tinto voló por los aires los dos lugares para abrir una mina de mineral de hierro en el oeste de Australia.

Rio Tinto concluyó que ningún individuo tuvo la culpa de las explosiones y reprendió a los tres altos ejecutivos (que ahora han visto forzada su salida) recortando sus bonus."Quedó claro que este asunto [el recorte de pagos] era un obstáculo para reconstruir la confianza", dijo Thompson. “Si estos tres individuos no tienen la confianza de los interesados fundamentales para dirigir los cambios necesarios entonces tenemos que seguir adelante.”

El sucesor de Jacques tendrá que convencer a los inversores, reguladores y legisladores de Australia que Río Tinto puede abordar los problemas de responsabilidad corporativa en su división de mineral de hierro, que representó más del 90% del beneficio hasta junio.

Aunque las explosiones de mayo fueron legales bajo la ley regional, Río ha sido acusada de no actuar en base a la información que recibió sobre el patrimonio amenazado, más importante de lo previsto inicialmente. Jacques admitió en una comisión parlamentaria que los propietarios tradicionales de la región, los Puutu Kunti Kurrama y la Corporación Aborigen de Pinikura, no fueron informados y que Río tenía opciones alternativas que podrían haber evitado las explosiones.

El próximo alto ejecutivo de Río se enfrentará a la larga tarea de restaurar las relaciones de la compañía en el ámbito local, dijo Thompson: “Tendrán que asumir la responsabilidad de lo que va a ser un proceso que dure meses, si no años, de restauración de la confianza en nuestra capacidad para trabajar con las comunidades y el patrimonio”.