En su discurso ante la Comisión de Hacienda del Senado, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, entregó varios mensajes claros que se alejan de lo estrictamente económico: "Lo peor que le puede pasar a una crisis social y política es que se combine con una crisis económica, donde los recursos y las posibilidades para resolver los problemas se verían considerablemente limitados y surgirían otros de igual o mayor envergadura".
Sobre ese punto Marcel dijo que "la historia de América Latina tiene demasiados episodios de esta naturaleza como para ignorarlos". y por ello, menciona que "la perspectiva macroeconómica aporta un grado adicional de preocupación. La magnitud del impacto de la crisis social es comparable con algunos de los mayores shocks recibidos en el pasado por la economía chilena".
Puntualizó que quienes "desempeñan funciones públicas somos los primeros responsables de generar respuestas, desde cada una de nuestras áreas de competencia, que ayuden a superar el complejo momento que vive el país, evitando mayores costos para la población".
Por esa razón, dijo que "creemos que hay dos desafíos inmediatos, en los que requerimos apoyo del Congreso. El primero es cerrar lo antes posible los temas pendientes de definición política. Una de las grandes lecciones que nos ha dejado esta crisis es la necesidad de generar amplios acuerdos sobre temas que son relevantes para todos".
Reforma tributaria y Constitución
En este sentido, Marcel dijo que "los acuerdos sobre la reforma tributaria, el proceso para una nueva Constitución y el despacho del Presupuesto para 2020, son ejemplos claros de cómo la cooperación en el mundo político puede ayudar a reducir la incertidumbre dando, al mismo tiempo, un marco de mediano plazo para las finanzas públicas y respuestas a los problemas más acuciantes de la población. Este tipo de acuerdos no solo ayuda a paliar problemas humanos y sociales, sino también a recuperar la confianza en las instituciones".
La segunda: "concentrar todos nuestros esfuerzos en las tareas que nos ha asignado la ley: el control de la inflación y la promoción de la estabilidad financiera" Y frente a la posibilidad de agregarle nuevas tareas al Banco Central, el titular del ente rector, aclaró que "no podemos perder de vista la situación que enfrenta el país y la consecuente necesidad de disponer de todos nuestros recursos en pos de estabilizar la economía y las finanzas".
Costo de la vida
La importancia del control de precios. En su exposición, el BC se mete de lleno en las causas que detonaron la crisis social: "Muchos pensaban, por ejemplo, que, tras décadas de baja inflación, esta había dejado de ser una preocupación para la población. No obstante, el hecho de que la actual crisis se haya gatillado con un aumento de la tarifa del Metro de Santiago y que el costo de la vida sea citado como una de las principales causas de malestar ciudadano, indica que es un tema que mantiene plena –o incluso mayor—vigencia".
Por cierto, añade Marcel, cuando las personas hablan de "costo de la vida" incluyen muchos más elementos que los precios de una canasta promedio de consumo, resaltando algunos precios particularmente sensibles, los costos financieros, el endeudamiento y los ingresos. "Creemos que con estos antecedentes se confirma la importancia de mantener un firme compromiso por la estabilidad de precios, pues la sensibilidad de la población a altas tasas de inflación puede ser en realidad mayor que en el pasado, cuando era parte de su vida cotidiana".
"Este IPoM es, sin duda el más difícil desde que se implementa en Chile el marco de metas de inflación. Difícil en su preparación, difícil por las dimensiones de la incertidumbre y difícil en su mensaje. Estamos conscientes que no somos portadores de buenas noticias, pero estamos convencidos de que el país hoy necesita que su Banco Central que le hable con franqueza", aseveró Marcel.