Retomando sus dichos durante el fin de semana en Jackson Hole, los funcionarios de la Reserva Federal enfatizaron su compromiso para detener la inflación mientras mantienen la incertidumbre respecto a la magnitud del alza prevista el próximo mes.
Tres presidentes regionales de la Fed reiteraron en declaraciones separadas el martes que frenar los precios más altos en casi 40 años era su principal prioridad, y el jefe de la Fed de Nueva York, John Williams, indicó que las tasas de interés probablemente necesiten situarse sobre 3,5% en algún momento para lograr su objetivo.
“Necesitamos llegar ligeramente o un poco más allá de eso, porque no solo se trata de llegar a neutral, sino también se trata de que la demanda vuelva a estar en línea con la oferta”, dijo durante una entrevista virtual con el Wall Street Journal, en la que rechazó las apuestas del mercado de que la Fed reduciría las tasas el próximo año. “Esperaría que pase algo de tiempo antes de ver ajustes de tasas a la baja”.
El presidente Jerome Powell y sus colegas han advertido a los inversionistas de su determinación de seguir aumentando las tasas de interés hasta que la inflación ceda terreno.
En un discurso el viernes en el retiro anual de la Fed en Jackson Hole, Wyoming, el presidente dijo que reducir las presiones de precios hacia su objetivo del 2% era su “enfoque general” y que no dudaría aunque eso probablemente cause dolor a los hogares y empresas estadounidenses.
Williams, un miembro clave del equipo de liderazgo de Powell, dijo que los recientes datos de inflación eran alentadores, pero que los precios seguían subiendo demasiado rápido mientras que el mercado laboral se mantenía fuerte. Como resultado, la Fed necesita impulsar las tasas a un nivel que sea “restrictivo”, lo que significa que frena a la economía.
“Vamos a necesitar una política restrictiva durante algún tiempo. Esto no es algo que vamos a hacer por un período de tiempo muy corto y luego cambiaremos de rumbo”, dijo. “Veo que necesitamos mantener esta postura política de reducir la inflación. Alinear la demanda y la oferta llevará más tiempo y se prolongará hasta el próximo año”.
Los funcionarios de la Fed elevaron las tasas en 75 puntos básicos en sus últimas dos reuniones y Powell ha dicho que otro aumento similar en magnitud podría estar sobre la mesa cuando se reúnan el 20 y 21 de septiembre. Los responsables de política monetaria dicen que la decisión estará determinada por los datos económicos, incluido el informe de empleos que se publica el viernes y nuevos datos sobre los precios al consumidor que se darán a conocer en unas pocas semanas.
El presidente de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, hablando en un evento separado en Huntington, West Virginia, adoptó un tono igualmente resuelto sin explicar qué significaba eso para la magnitud del próximo aumento de tasas.
Lo que sea necesario
“Estamos comprometidos a devolver la inflación a nuestro objetivo del 2% y haremos lo que sea necesario para llegar allí”, dijo Barkin el martes. “Espero que la inflación oscile en el camino de regreso a nuestro objetivo”.
El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, en un ensayo publicado en el sitio web de su banco, calificó el deber de frenar la inflación como “inquebrantable”, pero también dijo que estaría dispuesto a reducir el ritmo de los aumentos si los precios caen.
“Si los nuevos datos muestran claramente que la inflación ha comenzado a desacelerarse, podrían darnos una razón para reducir el ritmo desde los aumentos de 75 puntos básicos”, dijo Bostic. La Fed “se ha movido, y seguirá haciéndolo, de manera expedita pero cuidadosa para llevar la inflación de regreso a nuestro objetivo del 2%”, dijo.