La Reserva Federal sale del modo "paciencia" y se alista para recortar la tasa de interés

De un total de 17 gobernadores del Comité de Política Abierta de la Fed (FOMC), en marzo pasado ninguno estimaba una baja de la tasa de interés, fotografía que ayer cambió por completo. Ahora son ocho, casi la mitad, que considera que en 2019 se flexibilizará la política monetaria de Estados Unidos, con uno o dos recortes.

Aunque la media de esas proyecciones apunta a que la tasa quede fija en el rango actual de 2,25% a 2,5% hasta fin de año, tanto el comunicado de la Fed, como las declaraciones de su presidente, Jerome Powell, allanaron el camino para que se cumplan las expectativas del mercado, que ahora apuesta en un 100% por un recorte en julio.

"El Comité continúa considerando la expansión sostenida de la actividad económica (...), pero las incertidumbres acerca de esta perspectiva han aumentado", se lee en el documento difundido tras dos días de reunión en Washington.

"El comité supervisará de cerca las implicaciones de la información entrante para el panorama económico y actuará según corresponda para sostener la expansión", agregaron. Además, retiraron el concepto "paciencia", a la hora de referirse al análisis de los datos económicos nuevos.

Minutos más tarde, Powell aseguró que muchos de sus colegas "ahora ven que el caso de una política algo más acomodaticia se ha fortalecido", detallando que en esta ocasión los miembros del FOMC decidieron no esperar para ver el efecto que tendrá la incertidumbre global en el panorama económico.

Subrayó que "muchos participantes creen que un recorte en la tasa de fondos federales sería apropiado en el escenario que consideran más probable".

Aunque la opción de un recorte coincide con los insistentes llamados de Donald Trump para que la Fed avance en esa dirección, Powell reiteró que la institución actúa con independencia. Por otra parte, consultado por la posibilidad de que el Mandatario intente sacarlo del cargo, sostuvo que "la ley es clara que tengo un término de cuatro años y tengo toda la intención de servirlo".

Baja inflación. Para Gus Faucher, economista jefe de PNC Financial Services, "la declaración de hoy del FOMC fue bastante dovish (en referencia a una política moderada), y apunta al menos a un recorte de tasas de fondos federales en el corto plazo, principalmente como respuesta a una débil inflación".

De hecho, aunque la Fed mantuvo sus estimaciones de crecimiento en 2,1% este año y en 2% el próximo, sí hubo modificaciones en el área de precios. Para el presente ejercicio pasó de pronosticar un alza de la inflación de 1,8% a 1,5%, alejándose más de la meta de 2%, la que tampoco se alcanzaría en 2020, para cuando anticipan un incremento de 1,9%, una décima menos que en marzo.

En relación a esto, Powell declaró que los miembros del comité "expresaron su preocupación" sobre el ritmo de retorno de la inflación al 2%, más aún considerando que si bien los salarios están aumentado, no lo hacen "a un ritmo que proporcionaría un gran impulso al alza" de los precios.

En tal contexto, Faucher señala que "es probable que el FOMC reduzca las tasas a finales de este año, para asegurarse de que la economía no caiga en recesión debido a las incertidumbres que pesan sobre el crecimiento y una posible guerra comercial".

Aunque en esta ocasión, de los 10 miembros con derecho a voto de la Reserva Federal nueve votaron por mantener y solo uno por recortar, el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, los mercados quedaron conformes con la apertura oficial de las puertas hacia una rebaja de la tasa de interés. Así, en Wall Street se dio continuidad a los avances que se habían registrado en la semana ante la expectativa de la reunión, mientras que el rendimiento del bono del Tesoro volvió a retroceder hasta llegar a 2,02%, su nivel más bajo desde el 8 de noviembre de 2016.