La Universidad Católica vive un dulce momento deportivo. En una emocionante última fecha, el club de la franja se impuso a Temuco en la Región de La Araucanía y se coronó campeón por décimo tercera vez en su historia.
La UC es el equipo de mejor rendimiento de los últimos años al quedarse con Clausura 2015-16, el Apertura 2016-17 y el título que obtuvo ayer, relegando a una posición más secundaria tanto a Colo Colo como a su archirrival, la Universidad de Chile.
Sin embargo, los buenos números obtenidos en cancha no han logrado reflejarse del todo en el campo de la bolsa, ni tampoco en sus estados financieros.
La acción de Cruzados, la sociedad que administra al club de fútbol Universidad Católica, ha cerrado tres años consecutivos con números rojos. En 2018, no obstante, el papel ha dado muestras de mejoría, acumulando una ganancia de 15,38%.
La muy ilíquida acción del club cerró en $ 150, frente a los $ 130 con los que comenzó el ejercicio en curso. Esto, significó un alza de 4,17% en la jornada de hoy.
El rendimiento de Cruzados es inferior al 26% de rentabilidad de Colo Colo que hoy se desplomó 26%, aunque es considerablemente mejor a la caída de 17% de Azul Azul, la concesionaria de la "U".
Al abordar la caja del club de la precordillera, la cosa es mala, muy mala. En un año en el que probablemente la gran inversión del club fue la contratación de un joven entrenador español (Beñat San José), pues el plantel se reforzó con préstamos y jugadores libres, la UC acumula pérdidas por $ 828,2 millones a septiembre, de acuerdo al estado de resultados que envió a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
La cifra se compara con los $ 507 millones que obtuvo al tercer trimestre del año pasado.
Los ingresos de Cruzados llegaron a los $ 7.039 millones, lo que se compara negativamente con los $ 9.358 millones que registró en el periodo enero-septiembre de 2017.
En relación a los costos de ventas, el total asciende a $6.439,4 millones, de los cuales los principales gastos son de remuneraciones por $3.349,1 millones, amortización de pases de los jugadores por $1.402 millones, los gastos de operación por $772,2 millones, y los gastos de torneos y competencias $362,5 millones.