En su primer discurso (excluyendo el de toma de posesión) como presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde ha recogido el testigo de Mario Draghi, pidiendo mayores niveles de gasto fiscal para complementar los estímulos monetarios.

"El doble desafío externo e interno nos obliga a considerar, como europeos, cómo debemos responder al nuevo entorno", indicó en Fráncfort, dentro de la Conferencia Anual de Banca 2019.

"La respuesta es la segunda economía del mundo en una economía abierta pero que confía en si misma y que aprovecha plenamente su potencial para generar mayores niveles de demanda interna y de crecimiento a largo plazo", añadió.

De un modo más sutil, ha dado continuidad al discurso de desdepedida de su predecesor, que en sus últimas comparecencias pidió abiertamente capacidad fiscal para la eurozona. En su primer gran discurso, la nueva jefa del BCE dijo que la política monetaria continuará apoyando a la economía, pero que un mayor gasto -especialmente en inversión- es clave.

En paralelo, Lagarde también ha intentado empezar a cerrar las heridas que provocó la última oleada de estímulos lanzada por Mario Draghi en septiembre. Así, ha anunciado que anunciará próximamente "una revisión de la estrategia en un futuro próximo".

Tras la reactivación del programa de compras de deuda, varios miembros del consejo de gobierno del BCE expresaron públicamente su oposición a dichas medidas.