El ambicioso proyecto que está en fase de estudio tiene el interés de los gigantes asiáticos como China y Japón. Sin embargo, el gobierno chileno no quiere que una empresa se adjudique todo el proyecto que requiere una inversión de US$ 600 millones, sino que sumar a distintos países.
1. ¿Qué es la fibra óptica?
Es un medio de transmisión que se utiliza para redes de datos que físicamente es un hilo muy fino de material transparente, vidrio o materiales plásticos, por el que se envían pulsos de luz que representan los datos a transmitir. Puede ir bajo tierra, por el mar o por vía aérea, aunque solo en distancias cortas.
2. ¿Cuáles son las ventajas de la fibra óptica?
La mayor ventaja es la velocidad en la transmisión de datos, donde se puede alcanzar una rapidez de 1 Gigabit por segundo y recibir varios canales de Alta Definición y 3D simultáneamente. También tiene una mejor capacidad de transmisión, debido a que la señal es inmune a interferencias externas.
La tercera ventaja es la seguridad en la transmisión de datos, donde hay una mayor confidencialidad.
3. ¿Qué significa para Chile liderar este proyecto?
Al concretarse este proyecto, Chile será protagonista de uno de los mayores cableados de fibra óptica del mundo, donde se une Asia con Sudamérica. Esto, además de que toda la economía digital de nuestro país va depender de la fibra óptica en los próximos años. Por último, el gobierno no quiere adjudicarle el proyecto a los privados, sino que su objetivo es hacer una alianza público privado. Con esto, los dueños del proyecto serían los Estados de Chile, Argentina y Brasil –los últimos dos pueden cambiar-. Esto, traerá un ingreso importante a nuestro país.
4. ¿Cuáles son los avances con China?
En enero de 2016 se firmó un "MOU on High-Tech for Communications Development Cooperation" entre la Subtel y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de la República Popular China (NDRC), acuerdo que incluyó el compromiso de realizar un estudio de conectividad.
Luego, por encargo de China durante 2017 la empresa Huawei Marine elaboró un estudio preliminar que arrojó las posibles rutas y el orden de magnitud de la inversión requerida para un cable transpacífico China-Chile. Sin embargo, Chile propone este proyecto con una filosofía de red abierta a todos los países y empresas que quieran participar, sin condiciones.
5. ¿Quiénes son los otros interesados?
Japón y Nueva Zelandia también quieren ser parte del millonario proyecto.
En el caso del primero, ya se han entablado conversaciones tanto con el Ministerio de Comunicaciones (MIC), como con la Embajada de dicho país, quienes mandataron a la empresa NEC para que efectuara un estudio de pre-factibilidad sobre el tema, que fue entregado en febrero de 2018 y durante este año se han mantenido conversaciones para avanzar y concretar. Sin embargo aún no se han logrado compromisos explícitos de parte de Japón.
A su vez, con Nueva Zelandia se han sostenido conversaciones con representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Negocios, Innovación, y Empleo, quienes han manifestado un alto interés en participar en el proyecto del Cable Pacifico Sur. Lo mismo ha manifestado la Embajadora de Nueva Zelandia en Chile al reunirse con la Subsecretaria de Telecomunicaciones durante los últimos meses.