Las cadenas de suministro pospandémicas buscan “resiliencia”, dice un informe

Según un nuevo informe, las empresas que se recuperan de la pandemia del coronavirus deben reorganizar sus cadenas de suministro, construyendo nuevos respaldos y reservas de inventario ante la incertidumbre económica mundial.

Las empresas “tendrán un nuevo enfoque en la resiliencia”, dijo Michael Zimmerman, socio de la firma de consultoría A.T. Kearney Inc. y uno de los autores principales del “Informe anual sobre el estado de la logística”, que fue publicado el martes por el Consejo de Profesionales de la Gestión de la Cadena de Suministro.

“Eso significa tener más opciones. El almacenamiento múltiple y los inventarios más altos son dos resultados probables“, afirmó el Sr. Zimmerman.

El informe es una evaluación anual de cuán efectivas han sido las empresas estadounidenses, incluidos los fabricantes, minoristas y sus proveedores, en la gestión de los costos y la eficiencia de sus cadenas de suministro.

Según las medidas del informe, que incluyen costos de transporte de inventario y gastos de transporte, las cadenas de suministro corporativas se volvieron más ágiles en 2019.

El gasto corporativo de EEUU en logística y negocios relacionados con el envío como parte del producto interno bruto cayó a 7,6% en 2019 desde 7,9% el año anterior, según el informe. Eso fue “un regreso a la normalidad” desde 2018, según el informe, cuando las compañías se apresuraron a mantenerse al día con la fuerte demanda de los consumidores y pagaron tarifas altas para aumentar la escasa capacidad de transporte.

La pandemia ha desencadenado un “período doloroso y caótico” este año a medida que las empresas y los proveedores de logística lidian con “la detención de la recuperación de la oferta, la destrucción continua de la demanda y las ondas secundarias de infección”, expresó el Sr. Zimmerman.

Es probable que las compañías ahora necesiten más espacio en el almacén para mantener más productos a la mano para protegerse contra posibles escaseces, señaló, y los fabricantes que buscan reducir el riesgo de interrupción acelerarán los cambios que comenzaron antes de la pandemia, trasladando parte de la producción de China a otras partes del país. Asia y más cerca de casa.

Los proveedores de transporte y almacenamiento también necesitarán ajustar sus operaciones, invirtiendo en tecnología para mejorar la eficiencia y para respaldar una mayor demanda de compras en línea. Los camioneros pequeños y medianos que dependen de industrias como la automotriz y la hostelería “serán los más afectados”, dijo Zimmerman, quien pronosticó recortes en los transportistas y un aumento de bancarrotas, “al menos a corto plazo”.

El reducido espacio de almacenamiento aumentó los costos de almacenamiento de inventario un 6,6% en 2019 en comparación con el año anterior, según el informe, aunque los costos generales de almacenamiento de inventario disminuyeron. Zimmerman afirmó que esos costos aumentarían entre un 5% y un 10% si las empresas ajustan sus cadenas de suministro para mantener más existencias disponibles.

“Nuestros proveedores y nuestros transportistas están buscando aumentar su capacidad de almacenamiento más cerca de sus clientes”, expresó Marc Althen, presidente de Penske Logistics, en una sesión informativa en línea sobre los resultados del informe. “Los clientes están comenzando a alejarse de los muy, muy grandes [centros de distribución] que están en el medio de la nada, para estar más cerca de las áreas urbanas”.

Los cargadores que se enfrentan a cambios volátiles de la demanda buscan opciones de almacenamiento más flexibles, señaló Zimmerman, para que puedan “flexibilizar la disponibilidad de espacio hacia arriba y hacia abajo sin incurrir en costos”, compartiendo espacio con otros clientes, por ejemplo.

El rápido crecimiento del comercio electrónico durante la pandemia sigue a las fuertes ganancias en 2019 del sector de entrega de paquetes de EE.UU., que según el informe creció un 8,5% respecto al año anterior para convertirse en un mercado de US$114 mil millones. Los costos de transporte subieron un 3% el año pasado, según el informe, mientras que el gasto en ferrocarril cayó.