Cooperación tecnológica, organizacional y de políticas públicas, son los ejes sobre los cuales se cimentó el nuevo acuerdo nacional de electromovilidad. Preparación de profesionales especializados, llegada de vehículos con mayor autonomía y la entrada de las empresas de transporte de pasajeros al modelo, son sólo algunos de los alcances que tendrá la iniciativa.
Tras décadas de estelas grises y ruidos molestos, el transporte en la ciudad vive una auténtica revolución. Autos, buses, scooters y bicicletas eléctricas se han ido tomando cada rincón de Santiago. Y es que la electromovilidad llegó para quedarse, pues se trata de una alternativa limpia, sustentable y eficiente a los ya tradicionales combustibles fósiles.
Si bien Chile aún se encuentra distanciado respecto al escenario del transporte en países como Suecia y Noruega, donde desde hace algunos años esto ya es una realidad, hace sólo unos días se dio un paso clave: la firma por parte de 38 entidades públicas y privadas de la Estrategia Nacional de Electromovilidad.
Se trata de un acuerdo fundamental para el impulso de la tecnología de movilidad eléctrica en el país, lo que posiciona a 2018 como el año del salto definitivo en la materia.
Entre quienes firmaron, se encuentran los ministerios de Energía, Medio Ambiente y Transportes, además de Corfo, la Comisión Nacional de Energía, Volvo, Nissan, ABB, TurBus, Copec, Enex, las universidades de Chile, San Sebastián, Inacap y Duoc UC.
En pocas palabras, la estrategia define una serie de puntos a trabajar y metas que deberán cumplirse durante los próximos años. Por ejemplo, plantea el establecimiento de estándares mínimos de eficiencia energética para vehículos particulares.
Además, impulsa la definición de una normativa de disponibilidad de instalaciones de carga en edificaciones e incorpora de manera explícita a los automóviles y sus componentes a la Ley de Reciclaje.
También genera incentivos para el desarrollo de la electromovilidad en el transporte público mayor y crea estímulos para el fomento de la Investigación y Desarrollo (I+D) en capital humano. Además, compromete a las universidades y centros de estudios técnicos a formar profesionales especializados en la materia.
José Miguel Arriaza, director de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la Universidad San Sebastián, señaló que participar de este acuerdo les permite "estar en la primera línea sobre investigación y conocimiento de la temática, para generar trabajos, redes de contacto, proyectos y tesis al respecto".
El tratado también contempla la incorporación de nuevos puntos de carga. Por ejemplo, Copec anunció la instalación de una red con 20 áreas dedicadas a este servicio, desde Papudo hasta Concepción. Además, incluirán nuevos equipos ultra rápidos, los cuales pueden reponer un 80% de una batería en sólo 20 minutos.
Este acuerdo también será clave para el sector automotriz. Por ejemplo, Volvo Trucks se comprometió a compartir su experiencia ganada con la operación de camiones pesados eléctricos en europea, así como las últimas innovaciones y descubrimientos realizados por la compañía.
"Firmamos un acuerdo con el gobierno por el desarrollo de la electromovilidad en Chile, poniendo a disposición de todos los chilenos toda la experiencia que hemos alcanzado globalmente en Volvo Trucks, como por ejemplo la puesta en marcha en el mercado global de camiones eléctricos y soluciones eléctricas que mejoran la vida de los conductores, como también reducen el impacto en nuestro medio ambiente", dijo Manuel de Pablos, CFO y actual director interino de Volvo Chile.