Esta semana la Fiscalía Nacional Económica (FNE) aprobó -con medidas de mitigación- la fusión entre las empresas Linde y Praxair, ambas participantes de la industria de los gases tanto en Chile como en el mundo.

El proceso se cerró en Fase I, una especie de "primera instancia" en la que la División de Fusiones de la FNE investiga la operación de concentración.

Esta aprobación es considerada un hito por el equipo legal que asesoró a una de la compañías, ya que "no es usual que una operación de este tipo se apruebe en Fase I, sobre todo considerando lo concentrado de este mercado y la entidad de las medidas de mitigación ofrecidas", comentó la socia del estudio Morales & Besa, María José Henríquez.

La abogada experta en libre competencia y quien fue una de las profesionales que lideró al equipo del estudio que asesoró a Praxair Inc. (ver recuadro), agrega que usualmente, las investigaciones que requieren un grado mayor de profundidad pasan a Fase II.

Esto habría significado una extensión del plazo de investigación por 90 días hábiles (unas 18 semanas), por lo que haber alcanzado el acuerdo en Fase I también significó un ahorro de tiempo para las compañías, aunque aclara que "en este caso, se hizo una investigación muy en profundidad.

El informe de archivo, que creo aún no se publica en la web de la FNE, tiene cerca de 90 páginas".

La Apuesta

Dentro del paquete inicial de medidas propuestas por la compañía, se consideró la desinversión total de los activos de Praxair en Chile, ofreciendo, además, a MG Industries GmbH, joint venture constituido por Messer Group GmbH y CVC Advisers, como comprador de dichos activos, nombre que fue aceptado por la FNE.

Respecto de esta jugada, Henríquez explica que "hay que tener en cuenta que la fusión entre Linde y Praxair es un negocio global. Ambas empresas están presentes en prácticamente todo el mundo, no sólo en Chile.

Por lo tanto, desde un inicio fue parte del diseño de la fusión global que algunos de los activos de ambas empresas en el mundo iban a ser desinvertidos a terceros. Así, por ejemplo, en otros países el paquete de desinversión consistió en activos de Linde".

Sin embargo, la FNE consideró que esta venta no era suficiente para mitigar los riesgos de la fusión, por lo que las empresas trabajaron junto con la FNE para analizar las condiciones de competencia existentes respecto de cada uno de los productos comercializados por Praxair y Linde en Chile.

"El objetivo era determinar la idoneidad y suficiencia de los compromisos que fueron ofreciendo ambas partes durante el proceso de investigación", comenta la abogada, por lo que se ofreció una serie de compromisos de servicios y aprovisionamientos transitorios "que tienen como fin el permitir al comprador de los activos de Praxair Chile operar efectivamente las instalaciones desde el mismo día que tome control de las mismas".

Uno de esos ofrecimientos consistió en la suscripción de un contrato de suministro de dióxido de carbono a favor del comprador del paquete desinvertido, en condiciones equivalentes a las disponibles para Praxair Chile, detalló en su anuncio de aprobación la FNE.

Buenas relaciones. Más allá de los ofrecimientos y medidas, la "clave del éxito" en este proceso, dice Henríquez, se sustenta en gran manera "gracias a la excelente relación de los equipos legales de las partes con el equipo de la FNE", punto en el que coincide la Fiscalía, que al respecto comentó que "para todo lo anterior, juega un rol fundamental el ánimo colaborativo de las partes y de la Fiscalía al momento de realizar la investigación y ponderar los remedios ofrecidos".

Agregan que el hecho que las partes hayan ingresado medidas efectivas desde el comienzo "encuadró el análisis de la FNE y permitió enfocarnos en los mercados que requerían de un estudio más profundo y de medidas adicionales a la desinversión inicial, facilitando el cierre de la investigación en Fase I".

Equipos que participaron en el caso

Morales & Besa asesoró a Praxair, Inc. en el proceso de notificación ante la FNE junto con Cariola Diez Pérez Cotapos.

El equipo de Morales & Besa estuvo liderado por el socio Gonzalo Cordero y María José Henríquez, junto a la asociada Claudia Arce, mientras que el equipo de Cariola estuvo liderado por el socio Juan Cristóbal Gumucio, apoyado por los asociados Igal Schonberger y Tomás Labbé.

Por su parte, Linde contó con la asesoría de Philippi, Prietocarrizosa, Ferrero DU & Uría, liderado por Ignacio Larraín y Álvaro Espinoza junto con los asociados Gabriel Budnik y Catalina Montero.

Además Gabriel Bitran & Asociados (B&A) fueron los asesores económicos de las partes. También participó Cristián Prado de B&A. TF