Las débiles finanzas que gatillaron un nuevo cambio de mano de la Universidad Gabriela Mistral

Solo cinco años alcanzaron a controlar la Universidad Gabriela Mistral. El miércoles las autoridades del establecimiento comunicaron que los Sodalicios de Vida Cristiana daban un paso al costado. Ahora la Universidad San Sebastián se haría cargo. Es que el devenir del grupo peruano a cargo de la UGM fue, por decirlo menos, complejo. La pérdida de acreditación institucional para 2019 y los problemas financieros que arrastra la firma por la baja en la cantidad de estudiantes matriculados, desde el año 2016 a la fecha, calaron hondo.

Según ha señalado la universidad en demandas laborales recientes, la compañía tenía a mediados del año pasado un déficit operacional de más de $1.000 millones, deuda que se arrastraba desde el año 2015, cuando los actuales sostenedores de la institución asumieron un déficit operacional de $ 6.599 millones, lo que -subrayaron- tenía a la UGM sumida en una grave crisis financiera. Aun más, puntualizaron, el número total de ingresos para los años 2017 y 2018 no había superado los 800 estudiantes -de hecho, fueron 567 ese primer año, y 776, el segundo- y lo mismo sucedió en 2019, ante la imposibilidad de poder recibir a estudiantes con CAE y becas gubernamentales dada la falta de acreditación.

Así, la universidad realizó una amplia reestructuración de sus tres facultades, derecho y ciencias sociales, negocios y tecnología, y ciencias de la salud, en línea con adoptar medidas que permitieran reducir gastos y costos, contemplándose entre otras, la optimización de los recursos financieros, económicos y humanos. Un ejemplo de ello es que en la Facultad de Educación, se desvinculó en enero de 2019 a once personas.