Las diferencias sobre el fútbol enturbiaron la última visita de Angela Merkel al Reino Unido, ya que la canciller alemana advirtió al primer ministro Boris Johnson que sus planes de aumentar el número de espectadores para los partidos de la Eurocopa en Londres corrían el riesgo de propagar la variante delta del coronavirus.
El Gobierno británico ha dicho que ahora se permitirá la asistencia de más de 60.000 aficionados a las semifinales del campeonato, los días 6 y 7 de julio, y a la final, el 11 de julio, lo que supone la mayor afluencia deportiva permitida en 15 meses. Los partidos en el estadio londinense de Wembley estarán al 75% de su capacidad.
“Estoy preocupada y algo escéptica sobre si es demasiado”, dijo Merkel en una conferencia de prensa con Johnson en su residencia de Checkers el viernes. “En Alemania hemos decidido permitir la entrada de menos espectadores al estadio de Múnich, pero el Gobierno británico debe tomar sus propias decisiones”.
Sus comentarios se produjeron después de que Johnson abriera la sesión informativa burlándose de Merkel sobre la derrota de Alemania ante Inglaterra por 2-0 esta semana. Pero las autoridades alemanas han criticado abiertamente el tamaño de las multitudes durante todo el torneo, especialmente porque los casos de la variante delta están aumentando en todo el Reino Unido.
La cuestión también se enmarca en una disputa más amplia con el Reino Unido sobre los viajes internacionales durante la pandemia. Merkel ha estado presionando a la Unión Europea para que adopte un enfoque unificado sobre los viajes desde fuera del bloque, y Alemania ya tiene prohibida la entrada de visitantes del Reino Unido porque clasifica al país como “zona de variante del virus”.
Johnson, por su parte, dijo que los datos más recientes sobre el coronavirus mostraron que las vacunas habían roto el vínculo entre los casos y las enfermedades graves, lo que permite una mayor afluencia de público.
Tensiones del brexit
La líder alemana también ha criticado a Johnson por las tensiones posteriores al brexit, diciendo que un enfrentamiento sobre el estatus comercial de Irlanda del Norte debe resolverse de manera pragmática, pero sin desviarse del acuerdo entre el Reino Unido y la UE que Johnson ha cuestionado.
“Personalmente creo que podemos encontrar soluciones pragmáticas en el marco del protocolo de Irlanda del Norte tal como se negoció”, dijo Merkel.
Esa línea se hizo eco de la postura de Merkel en la cumbre del Grupo de los Siete celebrada el mes pasado en Cornualles, al suroeste de Inglaterra, donde la canciller no se dejó llevar por la acalorada retórica sobre el brexit. Mientras Johnson y el presidente francés, Emmanuel Macron, subían la apuesta, ella mantuvo la cabeza fría y abogó por una solución sensata.
Merkel, que tiene previsto abandonar el cargo en el otoño después de 16 años de mandato, también tiene programado reunirse con la reina Isabel II en el Castillo de Windsor.
Pero fue el fútbol lo que ensombreció la reunión del viernes, después de que Johnson, refiriéndose a la poco habitual victoria de Inglaterra sobre Alemania, dijera que está “obviamente agradecido por romper con esa tradición, solo por una vez”.
Merkel respondió con ironía: “No fue exactamente una ofrenda voluntaria de mi parte a la hora de mejorar el ambiente”.