A comienzos de 2018 esperábamos que la recuperación en el crecimiento de las utilidades se daría en tres etapas. Primero, las empresas de materias primas; luego, los bancos y, por último, (más hacia finales del año) el retail y transporte.

Para medir el grado de avance de cada una de estas olas, esta semana nos reunimos con empresas de distintos sectores, donde notamos una disparidad importante en el nivel de optimismo, lo que creemos se traducirá en el corto plazo en una corrección a la baja en las estimaciones de utilidad del mercado.

Sin embargo, gran parte de esto ya está incorporado en el precio, de manera que el riesgo a la baja es mucho menor a lo que estábamos acostumbrados en los últimos años.

En los primeros tres trimestres del año, los commodities (especialmente celulosa y litio) llevaron la batuta del crecimiento, y las expectativas de corto plazo se mantienen optimistas, dado que las exportaciones de estas compañías no han acusado impacto relevante de la guerra comercial entre China y EE.UU.

Es esperable entonces que el ajuste al alza en las utilidades de 2018, que explica el 64% de la corrección agregada del Ipsa, esté totalmente justificada.

Por otro lado, los bancos, que tienen un peso similar a los commodities en términos de utilidades, también se mantienen optimistas, gracias al repunte de la inflación y las colocaciones.

Esto a pesar de que la composición del crecimiento es algo distinta a lo que esperaban a comienzos de año, dado que la reactivación se ha concentrado en segmentos de empresas e hipotecarios, mientras las colocaciones de consumo se han mantenido rezagadas.

Esto último abre paso a la otra cara de la moneda, que es la visión sombría del retail, operadores de centros comerciales y sector transporte, que representan cerca del 18% de las utilidades del Ipsa.

A nivel agregado, estos sectores mostraron nulo crecimiento en utilidad en el primer semestre, afectados por un menor consumo (y altos inventarios en retail), baja del turismo desde Argentina, mayor competencia y efectos climáticos adversos.

Estos sectores tendrían que crecer 33% en utilidad en la segunda mitad del año para cumplir con su cuota en el consenso para el Ipsa, lo que es muy poco probable dado que las dinámicas propias de éstos que han empeorado en los últimos meses.

A nivel agregado, se puede concluir que el 29% de crecimiento de utilidad que espera el mercado tiene riesgo a la baja, toda vez que implica crecer sobre 30% en la segunda mitad del año en un escenario más desafiante de moneda y base de comparación.

Sin embargo, al ponerlo en contexto, el riesgo de la corrección a la baja en utilidades es menor si se compara con lo que estábamos acostumbrados en los últimos años, y claramente sigue siendo un crecimiento superior al promedio histórico del Ipsa de 10%.

Además, la Bolsa se encuentra actualmente transando a un descuento importante (15x P/U vs 21x en enero), lo que limita el riesgo a la baja en el precio de las acciones ante potenciales correcciones en la utilidad.

Es por esto que la selectividad para elegir compañías específicas o en sectores con dinámicas favorables como estrategia de inversión seguirá primando durante 2018, a diferencia de 2017 cuando el rally de 30% de la Bolsa alcanzó para todos.