Las exportaciones chinas cayeron inesperadamente en agosto porque los envíos a Estados Unidos bajaron bruscamente, lo que apunta a una mayor debilidad de la segunda economía más grande del mundo y subrayaba la necesidad de más estímulos a medida que se intensifica la guerra comercial entre Washington y Beijing.
Se espera que Beijing anuncie más medidas en las próximas semanas para evitar el riesgo de una fuerte desaceleración económica al aumentar la presión comercial por parte de Estados Unidos, entre las que se incluirían los primeros recortes de los últimos cuatro años en algunos de los principales tipos.
El Banco Central bajó el viernes los requisitos de reservas bancarias por séptima vez desde principios de 2018, con la intención de liberar más fondos para préstamos, días después de que en una reunión del gabinete se señaló que una mayor relajación de la política monetaria sería inminente.
Las exportaciones cayeron un 1% en agosto respecto del mismo mes del año anterior, la mayor baja desde junio, cuando disminuyeron un 1,3%, según datos de aduanas publicados el domingo. Los analistas esperaban un aumento del 2,0% tras la subida del 3,3% de julio.
A pesar de las expectativas de los analistas de que la caída del yuan compensaría la presión de los costes y los inminentes aranceles, es posible que algunos exportadores chinos hayan adelantado o "anticipado" los envíos con destino a EEUU en agosto, una tendencia que se ha observado anteriormente en la disputa comercial.
China dejó que su moneda cayera bajo las 7 unidades por dólar en agosto, por primera vez desde la crisis financiera mundial, y Washington lo calificó de manipulador cambiario.
"Las exportaciones siguen siendo débiles a pesar de una depreciación sustancial del yuan, lo que indica que la debilidad de la demanda externa es el factor más importante que afecta a las exportaciones este año", dijo Zhang Yi, economista de Zhong Hai Sheng Rong Capital Management.
De entre sus principales socios comerciales, las exportaciones chinas a Estados Unidos cayeron un 16% interanual en agosto, lo que supone una fuerte desaceleración respecto de la caída del 6,5% de julio. Las importaciones procedentes de Estados Unidos cayeron un 22,4%.