Las exportaciones de China aumentaron en julio al ritmo más rápido de los últimos siete meses, mientras que las importaciones disminuyeron, lo que arroja un cuadro heterogéneo sobre la economía del país en lo relativo a la recuperación tras la parálisis causada por la pandemia de COVID-19.
Las exportaciones aumentaron en julio un 7,2% con respecto al año anterior, el ritmo más rápido desde diciembre del año pasado, según mostraron datos de aduanas presentados el viernes, muy por encima de la caída del 0,2% esperada por los analistas y del aumento del 0,5% en junio.
Las importaciones, por otro lado, volvieron a la contracción, sin alcanzar las expectativas del mercado de un aumento del 1,0%. Habían vuelto a crecer en el mes anterior.
El superávit comercial del país para julio se situó en US$ 62.330 millones, en comparación con el superávit de US$ 42.000 millones previsto en la encuesta a los analistas, tras un superávit de 46.420 millones de dólares en junio.
“Los datos están en consonancia con nuestra previsión de que las exportaciones se recuperen de forma más decisiva en el segundo semestre junto con la economía mundial”, dijo Louis Kuijs, jefe de estudios económicos de Asia en Oxford Economics, en una nota tras la publicación de los datos.
“Sin embargo, el camino a seguir puede ser accidentado ya que los nuevos pedidos de exportación siguen siendo débiles y el camino de la recuperación será desigual entre las distintas economías”.
La economía de China está saliendo gradualmente de una contracción récord en el primer trimestre, pero hay dudas de que se pueda mantener el impulso debido al impacto que pueda tener en la demanda el aumento de los casos de coronavirus en todo el mundo. El consumo de China también se ve atenuado por la pérdida de puestos de trabajo y la preocupación por el resurgimiento de las infecciones.