Desde hace algunos años las denominadas firmas financieras tecnológicas (FinTech) comenzaron a irrumpir en forma silenciosa en Chile y en el último tiempo lo han hecho cada vez con más impacto, e incluso algunos estiman que podrían contribuir a impulsar la transformación del sistema financiero tradicional.
Al menos las cifras muestran que estas empresas innovadoras van creciendo. Lo anterior, pues según un estudio elaborado por la auditora externa KPMG, la inversión en el sector FinTech ascendió a cerca de US$70 millones en 2018, lo que representa un incremento de 55,5% respecto de los US$45 millones registrados en el ejercicio previo.
"Los mayores niveles de inversión se encuentran en el espacio de pagos, crowdfunding, finanzas personales y préstamos", explica Fernando Laurito, managing director de Advisory de KPMG.
¿Cómo le irá a esta industria en 2019? Según Laurito, "nosotros creemos que este espacio seguirá avanzando y creciendo aún más en nuestro país, siendo una de las grandes razones, que este es un habilitador cuando pensamos en conceptos que nos demanda nuestra sociedad, como es la aceleración del proceso de inclusión financiera, mejora de índices de transparencia y simetría de información, y disminución de costos transaccionales".
Añade que hacia el futuro ve una convergencia gradual del mundo FinTech con las llamadas BigTech, como Amazon y Apple, entre otras, y una mayor capilaridad en la perspectiva de riesgos entre los actores tradicionales y las financieras tecnológicas.
También entrega su visión sobre el borrador de la propuesta regulatoria que emitió la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) hace algunas semanas: "Comienza a despejar espacios grises para las personas y los inversionistas, en relación a que existirá un registro de FinTech y esto permitirá definir con quienes se puede trabajar. Para los clientes implica un mayor nivel de confianza, que debería generar mayores niveles de inversión".
La situación global
Pese al avance que ha tenido Chile, aún sigue siendo baja la inversión respecto al resto del mundo. De acuerdo con el estudio de KPMG, el año pasado se invirtieron en torno a US$111.800 millones a nivel global, duplicando el monto de 2017.
Esto se debió a que se registraron récords en casi todas sus áreas, incluyendo capital de riesgo, capital de riesgo corporativo, fusiones y adquisiciones y capital privado.
El documento, además, estima que este año también podría ser muy bueno para el sector, considerando que sigue aumentando el open banking, que va mejorando la calidad regulatoria y que están madurando la inteligencia artificial y la tecnología blockchain.